Peluqueros en Acción en Pringles: el corte que alimenta
Donaron su trabajo en una jornada en la que intercambiaron un corte de cabello por un alimento no perecedero.
Días atrás, por iniciativa de la Iglesia del Puente, peluqueros y peluqueras pringlenses donaron su trabajo con el fin de recaudar alimentos no perecederos para ayudar a familias que los necesitan.
Integrantes del grupo Peluqueros en Acción de la localidad y otros invitados intercambiaron un corte de cabello por un insumo o producto alimenticio durante toda una jornada en la que recibieron a más de 30 vecinos pese a la lluvia.
Los peluqueros que formaron parte de este evento solidario fueron Fabiana Ávila, Lucia Ávalos, Soraya Gómez, Anita Lascano, Pablo Daniel y Mario Machado.
“Fue un placer trabajar y poder colaborar y sumar con nuestro aporte. Se recaudaron varias cajas de alimentos inclusive de gente que no se cortó el cabello”, contó Machado, quien señaló que lo recaudado será repartido por la iglesia para cubrir las necesidades más urgentes.
El vecino es responsable también del Merendero Rinconcito de Acuarelas, que se encuentra activo y que en este momento está impulsando una la campaña de alimentos navideños para repartir entre las familias que los necesitan.
El merendero está activo hace 10 años y todos los sábados y domingos se brinda el almuerzo a alrededor de 30 niños y niñas que allí concurren. También se les da alimentos para que se lleven a la casa.
Todo empezó con el alquiler de una casa, luego se logró conseguir un terreno, se edificó un salón con cocina-comedor y dos habitaciones que se usan como ropero y en la que se guardan los juguetes cuando se hacen las campañas.
Además, en el terreno hay 4 departamentos que se destinan al alojamiento de mamás solteras con dificultades económicas y habitacionales y víctimas de Violencia de Género.
Se les cobra un alquiler mínimo para poder mantener los arreglos y se les da la vivienda y los servicios como luz y agua. Se les brinda hasta ropa y alimentos.
"Hoy los cuatro departamentos están ocupados por cuatro mujeres y tres niños", indicó.
“Teníamos un terreno de corralón y había la necesidad de hacer departamentos para ofrecer a mamás solteras y víctimas de violencia de género”, contó.
Empezaron con dos departamentos y hoy tienen cuatro.
Se trabaja mucho con donaciones de la comunidad, bonos contribución y ferias de fines de semana.
"Las mamás de los propios nenes y nenas ayudan. Son un grupo increíble de colaboradoras”, señaló.
A través del ropero se dona vestimenta a la gente que necesita así como alimentos y juguetes.