A los 77 años, “Beto” Vallasciani probó otra vez un auto de carrera
Envalentonado por la creación del Fiat Uno Pista, Beto decidió volver a las andanzas automovilísticas y aportar su granito de arena para el desarrollo de la misma. En el primer contacto con el asfalto, el histórico volante fue uno de los mejores.
“El reglamento es muy bueno. Hay que procurar que se cumpla. De esa forma se eliminará cualquier tipo de suspicacia”, aseguró Beto.
La vitalidad es algo que no sabe de años ni calendarios. Y esa sensación de sentirse capaz de realizar un trabajo, conforme al paso del tiempo y la pérdida de pelo, es inigualable.
De ello puede dar fe Juan Alberto Vallasciani. “Beto”, para quienes frecuentamos talleres y merodeamos asiduamente en la jerga automovilística.
“Esto un volver a nacer, pero también un volver a aprender. Las mañas no se pierden, pero los años pasan y se sienten. Imaginate que la última vez que me había subido a un auto de carreras fue hace 35 años”, expresó.
“Beto”, uno de los máximosexponentesdelvolante en la ciudad en los 70' y 80', es uno de los varios históricos contagiados por esta nueva corriente automovilística zonal, el Fiat Uno Pista; divisional que, el pasado fin de semana, realizó su presentación oficial en sociedad.
A los 77 años, Vallasciani disipó dudas, propias y ajenas, y aceleró de lo lindo su en el “Ezequiel Crisol” de Aldea Romana, dejando una gran imagen. La magia parece intacta.
“Fueron dos días muy lindos, me divierte mucho todo esto. El auto es muy entretenido para manejar, que es lo que en definitiva se está buscando con esta nueva concepción, además de la accesibilidad económica y el bajo mantenimiento. Giramos dos días sin parar y no hubo roturas, por lo que podríamos decir que el primer paso está dado”, enfatizó.
—¿Cómo fue que te decidiste por volver?
—Cuando Sandro (Romay) me comentó la posibilidad de crear la categoría, y en la medida que se avanzaba en su gestación, me acuerdo que estábamos en pandemia. Él llamaba y consultaba, y yo, que estaba encerrado, yendo solo al taller, dije un día: “¿y si corro?”. Fue una simple idea que se me cruzó por la cabeza. Cuestión que pasaron los días y fue tomando más fuerza. Lo consulté con mis hijos y recibí el Ok.
“El hecho que yo me haya sumado creo que animó a muchos otros viejos. 'Si éste puede, yo también', habrán dicho. Y así se fueron sumando (NdR: Enrique Abatte y Antonio David, entre otros). Bienvenido si aportamos algo para que Bahía sume otra categoría”, subrayó.
—¿Es un volver a vivir?
—Sí, me siento vivo otra vez. Mi pregunta era si podía acelerar y si era capaz de conducir. Y eso, hasta que no estás arriba de un auto, no lo sabés. Me sentí bien, estoy contento y realmente volví a experimentar esa adrenalina hermosa del auto de carreras. Uno esto lo lleva adentro.
—¿Y cuánto tiempo te llevó comprobarlo?
—En 10 vueltas supe que podía hacerlo como corresponde. Las demás vueltas me preocupé por acelerar, conocer los límites del auto y buscar tiempos. No quiero ganar, sino divertirme y competir.
—No te creo mucho. Ustedes, los veteranos, siempre quieren ganar...
—Uno aspira a divertirse, pero obviamente cuando estás arriba le das para adelante y vas por todo.
—¿Y sobre las viejas rivalidades?, ¿se reflotan?
—No sé si rivalidad, prefiero llamarlo competencia sana. Uno deja todo, pero ahí termina, te bajás del auto y te olvidás. Por supuesto que todos queremos ganar. Habrá que ver. Los jóvenes vienen fuertes, pero nosotros, los viejitos, daremos batalla. No se la van a llevar de arriba (risas).
"Mi idea es divertirme. Si no hago papelones corro. Caso contrario me bajo y los dejo a los chicos. Pero bueno, si bien fue todo muy parejo, los tiempos dijeron que fui uno de los mejores", afirmó.
Palabra autorizada
El gran propósito de la exhibición mecánica pasada fue poner a prueba la nueva concepción lograda especialmente para dichos vehículos, con la novedad del sistema de inyección en el motor Fire 1.4 (aún se esperan los amortiguadores Jorsa desde Buenos Aires).
—¿Había temor sobre su comportamiento?
—En absoluto. En su momento la inyección era un tabú en el automovilismo, algo a lo que todos le esquivaban. Pero en la actualidad es normal en cualquier auto. Esa preocupación es pasada. Realmente funciona muy bien y equipara mucho los autos.
"Además, el reglamento es muy bueno. Hay que procurar que se cumpla. De esa forma se elimina cualquier tipo de suspicacia. Una vez que tenés el auto listo, los costos son muy baratos. Tenemos un montón de vueltas dadas, pero mirás las gomas y prácticamente no se gastaron. Tampoco consume mucho combustible, por lo que podemos decir que el objetivo se logró", cerró Vallasciani.