¿Qué es una craneoplastía?
Las diferentes técnicas de reconstrucción craneal se remontan a la antigüedad, pues existe evidencia arqueológica de poblaciones prehistóricas, donde se utilizaban cocos o plaquetas de oro para la reparación de los defectos en el cráneo; fue en 1670 cuando se introdujeron estas técnicas, pero con un injerto óseo de un can para reparar el defecto craneal de un soldado ruso.
Hasta el siglo XX se perfeccionaron las técnicas utilizando materiales aloplásticos, para la reparación de defectos craneales (como el metilmetacrilato, que comenzó a utilizarse en 1940 o el titanio que se utilizó para una craneoplastía en 1965), pero aún se utiliza material óseo de humanos.
Este procedimiento quirúrgico consiste en levantar el cráneo para injertar un hueso u otro material como una placa de titanio, injertos de nervios o materiales acrílicos para hacer la corrección de la deformación.
Esta cirugía es de gran ayuda para que el paciente pueda lucir una apariencia más estética, brindar la protección necesaria al cerebro, mejorar las funciones neurológicas y aliviar los dolores de cabeza y mareos que suelen acompañar a estos procesos.