Altas temperaturas, una de las razones de los últimos casos de botulismo
Al menos 300 aves fueron halladas muertas en la laguna cercana. La bacteria está en el ambiente y es la misma que genera complicaciones a través de conservas de alimentos mal realizadas.
El rápido accionar del médico veterinario Gastón Persichinni para dar aviso de lo sucedido, así como la rapidez en el diagnóstico, fueron elementos determinantes para establecer las medidas adecuadas. Se trata del brote de botulismo registrado en la laguna de un establecimiento rural situado en el distrito de Saavedra, que causó la muerte de, al menos, unas 300 aves.
Una de las hipótesis de mayor fortaleza alude a las condiciones de altas temperaturas registradas en las últimas semanas, como las generadoras de esta enfermedad que, en ocasiones, suele ser mortal.
“Es muy importante, en todos los casos de mortandad de animales, sea cual sea la especie, abordarlos desde el punto de vista profesional mediante la correcta recolección de información, necropsias y análisis confirmatorios”, dijo el médico veterinario Ignacio Alvarez, de Laboratorio Alvarez, de nuestra ciudad.
En su momento, Persichinni tomó contacto con el servicio de diagnóstico veterinario a campo de un laboratorio bahiense, con el objetivo de precisar la causa de muerte de los animales y, así, frenar la mortandad.
“En la recorrida observamos una gran cantidad de aves muertas y otra, importante también, de ejemplares agonizando en la orilla”, comentó Alvarez.
Un 70 % de las aves afectadas, aproximadamente, correspondían a los vulgarmente conocidos como patos maiceros (Anas georgica). Una vez constatada la situación, se tomaron muestras del agua de la laguna y se retiraron cuatro aves para realizar una completa necropsia.
“Si bien el botulismo era uno de los principales diagnósticos que teníamos en mente, siempre es importante realizar las necropsias y tomar las muestras necesarias a fin de descartar otras causas”, dijo.
“Luego iniciamos una gran cantidad de análisis y, en el caso específico del diagnóstico de botulismo, las muestras fueron remitidas al equipo de la Dra. María Isabel Farace, del Instituto Malbrán de Buenos Aires. Allí, en pocos días, se comprobó el diagnóstico presuntivo”, afirmó el profesional.
En este caso también se trabajó con el servicio de diagnóstico de la Facultad de Veterinaria de Tandil, de donde egresó el profesional bahiense.
Alvarez también dijo que esta bacteria puede encontrarse en una gran cantidad de lugares y que posee ciertas características que la hacen muy resistente. asimismo, que esto le permite sobrevivir por muchos años en el ambiente.
“El clima juega un rol fundamental en los brotes y creemos que las altas temperaturas, registradas en nuestra zona entre la tercera y la cuarta semana de este enero, por ejemplo, fue uno de los puntos clave”, explicó.
“Con el calor disminuye el oxígeno y se eleva la temperatura en el agua, lo que genera condiciones ideales para que la bacteria se multiplique en forma muy rápida”, agregó.
El profesional recordó que, por precaución, las medidas para frenar la muerte de las aves se iniciaron aún antes de tener el resultado final.
“En estos casos hay que actuar lo más rápido posible para cortar con el ciclo de la enfermedad”, contó.
“La acción más importante fue la de recoger todos los cadáveres alrededor de la orilla y enterrarlos. Esto genera que el ciclo se frene y que no haya una constante fuente de contaminación para la laguna y las aves que aún habitan allí”, expresó.
“Con el paso de los días la mortandad fue descendiendo”, comentó.
“En aquellos casos donde los animales recién comienzan con la sintomatología se aconseja cambiarlos de lugar y de alimentación, ya que así se aprecia una buena recuperación”, dijo.
“Cuando esto sucede en lagunas artificiales, o estanques, se suelen realizar recambios del agua pero, en situaciones como estas, de grandes lagunas naturales, es el mismo ecosistema el que finaliza el brote”, aseguró.
“Muchas veces sucede que, ante estos eventos, se comienza a especular o atribuir las causas de las muertes a cuestiones rebuscadas, como puede ser la utilización de herbicidas o versiones más irreales. Nada de esto contribuye a la búsqueda del problema y a su posterior solución”, advirtió Alvarez.
“Cuando los animales recién comienzan con la sintomatología se aconseja cambiarlos de lugar y de alimentación”, dijo Alvarez.