Alimentación por sonda para no perder energía y nutrientes
Esta vía de alimentación ayuda a conservar un buen estado nutricional en situaciones especiales de la vida.
ebés prematuros, personas con enfermedades neurológicas o neuromusculares, quienes tienen dificultad para tragar, pacientes con algunos tipos de cáncer avanzado y quienes se encuentran hospitalizados en terapia intensiva son solo algunos ejemplos de quienes pueden necesitar alimentación por sonda para cubrir sus requerimientos de energía y nutrientes por no poder alimentarse parcial o totalmente por boca. Como es un tema del que se habla poco, pero no porque sea una situación infrecuente.
Un buen estado nutricional en cualquiera de las situaciones mencionadas genera consecuencias clínicas favorables concretas: disminuyelamorbi-mortalidad por alteraciones de la inmunidad, acelera la curación de heridas, mejora la
Bfunción muscular, reduce los tiempos de hospitalización y sus costos. Además, acorta la rehabilitación post-internación y los tiempos de la reinserción social y laboral. Sin embargo, hay situaciones en las que ese estado nutricional se ve comprometido y el equipo de salud debe intervenir, siendo una de las formas la alimentación a través de una sonda.
Ahora bien, ¿qué es la alimentación por sonda? La sonda de alimentación enteral es un tubo de calibre muy pequeño que ingresa por la nariz y puede llegar hasta el estómago o intestino.
“A través de la sonda, se infunden fórmulas diseñadas para alcanzar propósitos médicos específicos, en dosis precisas, para cubrir los requerimientos de cantidad y calidad de nutrientes de cada paciente, en forma personalizada, en el marco de un tratamiento integral que implementa un equipo de nutricionistas, enfermeros, médicos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, farmacéuticos y bioquímicos, entre otros”, explicó Mirta Antonini, Licenciada en Nutrición del Hospital Fernández y miembro del Capítulo de Nutrición en Terapia Intensiva de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
Su indicación y uso no son infrecuentes y, además, en esta pandemia, quienes tuvieron a alguien cercano en terapia intensiva por períodos prolongados tal vez se hayan familiarizado con ella: “mucha gente atravesó internaciones más extensas de lo habitual y la alimentación por sonda en quienes necesitaron ventilación mecánica (respiración asistida) fue vital para que estuvieran bien nutridos y pudieran hacer frente a la enfermedad”, sostuvo Gabriela Merr, Licenciada en Nutrición.
De todos modos, hay mucho por mejorar acerca del abordaje nutricional en estas situaciones. A raíz de un estudio realizado por la Asociación Argentina de Nutrición Enteral y Parenteral (AANEP) recientemente se dieron a conocer cifras preocupantes sobre la prevalencia de malnutrición hospitalaria en nuestro país, que mostró que el 48,03% de los pacientes ingresados en diferentes hospitales de Argentina presentaban algún grado de desnutrición, expuestos -en mayor o menor medidaa severas consecuencias para su salud.