¿Extinción total o enfermedad endémica de baja letalidad?
“¿Si se podrá erradicar definitivamente la enfermedad? Casi con seguridad la respuesta es no, aunque existen razones para ser optimistas en ese contexto. Para abordar la pregunta, hay que mirar otros ejemplos de enfermedades infecciosas virales”, asegura el Dr. Fernández.
La viruela, cuyo virus tiene menor mutabilidad y por lo tanto menor capacidad de desarrollar resistencia que el coronavirus, tardó casi 200 años en ser erradicada, o declarada extinta, desde que apareció la vacuna a finales del siglo XVIII. La gripe (influenza) y el sarampión se conocen desde hace miles de años.
“Ahora simplemente convivimos con ellas. Se han vuelto enfermedades endémicas de baja mortalidad”, aclara.
“El Covid-19 probablemente siga una suerte parecida; esto es, con letalidad relativamente baja. Una letalidad alta no le conviene al virus en el largo plazo, pues si el individuo infectado se muere no tiene oportunidad de contagiar y propagar, y así el virus no puede reproducirse. Por lo tanto, un escenario endémico con letalidad baja parece el más probable”, define.
También señala el Dr. Fernández que, para contestar aquella pregunta en forma rigurosa hay que tener en cuenta que la evolución de los virus sigue las mismas reglas que gobiernan la selección natural que descubrió Charles Darwin en el siglo XIX para explicar la divergencia y adaptación de las especies.
“Las vacunas introducen una presión selectiva; es decir, obligan al virus a mutar para lograr la supervivencia del más apto. Y apto en este contexto significa ser resistente a la vacuna. Entonces el virus trata de mutar hasta encontrar cepas resistentes”, expresa.