Pablo Rivera: “En powerli ing se compite limpiamente, por eso será un deporte olímpico”
El presidente de la ABP no duda en que se dará en pocos años. Ahora se viene el Argentino con 20 atletas locales.
“Prepararse para un torneo argentino es un desafío. Los atletas debutantes lo asumen con los nervios lógicos y las ganas de poder hacer un buen papel; los experimentados van en busca de mejorar sus registros, poder hacer batir un récord”.
Para Pablo Rivera el certamen nacional que se realizará en noviembre será una buena medida para evaluar el trabajo de todo un año.
La competencia será del 19 al 21 en Campo de Mayo, donde estarán presentes todas las asociaciones del país afiliadas a la FALPO.
“Los gimnasios afiliados a la Asociación Bahiense estarán bien representados. Nuestra delegación será de 20 atletas de Bahía y la zona. Vamos con la mejor expectativa”, dijo Pablo Rivera.
-¿En estas competencias todo se define por detalles?
-Es así. Estás compitiendo por el premio al sacrificio de todo un año. El esfuerzo personal se ve re- compensado, sin olvidar que detrás hay otros factores. Por caso, una mujer tiene más ocupaciones que el hombre: trabaja, entrenar y atiende el hogar y los hijos.
-¿Cómo se obtienen buenos resultados?
-Siendo muy fuerte de la cabeza. Entrenar mucho en el gimnasio, ponerle ganas y tomarlo en serio. También es clave un buen entrenador. En nuestro caso Raúl Herrero es una eminencia, nos repite: ‘un buen entrenador es un buen observador’. Y es muy detallista. Sabe explotar las capacidades de cada uno. Hay personas con más habilidades en una especialidad que en otra; el entrenador lo capta y profundiza en esa virtud.
-¿De un día para otro aparecen los resultados?
-No. Como los escalones en la vida, se va ascendiendo en la medida que va pasando el tiempo. Practicar, tomarle el gusto, luego participar en un torneo y hacer una marca prolija para ir a un Argentino, Panamericano, Sudamericano, Europeo, Mundial y, el top, una invitación al Arnold Classic de fisicoculturismo, la elite.
-¿Por qué el powerlifting no es un deporte olímpico?
-Se trabaja para eso. La International Powerlifting Federation (IPF) viene haciendo una limpieza en el deporte; la exigencia es jugar limpio. Por eso, desde hace 4 años cada Federación y Asociación está comprometida en competir limpiamente. Pidieron 5 años. Hay controles antidoping, lo exige el Comité Olímpico. Se buscó eliminar los anabólicos androgénicos para mejorar el rendimiento.
“Para los que llevamos 20 o más años en esto saber que la chance olímpica está cerca nos compromete aún más. Entramos al quinto año con cero positivo; en un año más habremos cumplido el objetivo”.
-¿Cuándo se iniciaron como deporte?
-En 1950 con el Power y en 1971 se creó la IPF, máxima autoridad. Desde entonces mucha gente lo practica en el mundo.
-¿Los 20 atletas clasificados dieron el sí?
-La lista se termina de confirmar 30 días antes por cuestiones económicas y de organización. Los que no se bajaron en la preliminar y en la nómina final deben abonar la inscripción y el antidoping.
-¿Cómo es la etapa final de entrenamiento?
-Ufff… Muy exigente. Te puedo asegurar que terminás desmayado de hacer fuerza (risas).
-¿Cómo llegan los deportistas de la ABP?
-Bien. Hubo 5 o 6 torneos con presencia en un 90%. La pandemia puso un freno, pero los atletas recuperaron su forma. Muchos se reinventaron, como Oscar Hernández, que atravesó un torbellino de sinsabores. Yo voy a tratar de mantenerme en 83 kg. y competiré en Master 2. Llevo 9 torneos argentinos y obtuve 9 primeros puestos en potencia Master 1 (83 kg).
“Mi hija, Aitana, será debutante. Y está haciendo un curso de entrenadora con Raúl Herrero. Verónica (Rengelman), mi esposa, irá en busca de su séptimo torneo argentino y defenderá su tercer récord (100 kg.) en fuerza en banco.
Arriba, junto al entrenador Raúl Herrero, Pablo Rivera y Verónica Rengelman se preparan para el torneo Nacional de noviembre.