Una película intenta salvar un edificio de Berlín de la demolición
Modelo por excelencia del brutalismo –obra de hormigón a la vista—, especialistas ofrecen argumentos para apoyar su demolición o su preservación.
Mäusebunker, tal el nombre del robusto inmueble, fue diseñado por los arquitectos alemanes Gerd y Magdalena Hänska.
El cineasta estadounidense Nathan Eddy ha presentado un documental mostrando los esfuerzos para preservar un laboratorio brutalista en Berlín, amenazado de demolición.
La película de 40 minutos, bautizada Battleship Berlin (Acorazado Berlin), está disponible en koenig. art/blogs/news/battleship-berlin y presenta tanto los argumentos para salvar el edificio de hormigón como para su conservación.
Mäusebunker, tal el nombre del robusto inmueble, fue diseñado por los arquitectos alemanes Gerd y Magdalena Hänska para la investigación con animales. Fue construido entre 1971 y 1981. Quedó desocupado en 2010.
A favor de la demolición se encuentra Axel Radlack Pries, propietario del edificio, que lo describió como "un enorme monstruo de hormigón, una pesadilla transformada en materia" y cree que el sitio es una oportunidad para un nuevo edificio que ayudará a Berlín a "recuperar su ventaja competitiva".
El fundador de König Galerie, Johann König, dijo que es posible "hacer uso de lo que está y también crear algo nuevo” y ofreció el ejemplo de la König Galerie, un centro cultural que creó dentro de una antigua iglesia brutalista en Berlín.
Una obra que maravilla
El documental Battleship Berlin captura el edificio desde todos los ángulos, destacando su forma piramidal, proyectando tuberías azules y grandes ventanas triangulares. "Mi objetivo es ayudar a ver los edificios desde una nueva perspectiva, una apreciación estética e histórica del estilo. Estos edificios son odiados por muchos, pero son importantes y únicos", continuó.
La arquitectura brutalista se caracteriza por formas monolíticas hechas de hormigón visto.
Otro argumento por la no demolición son las razones ambientales. Preservar el Mäusebunker es "también proteger el medio ambiente", señalan los entendidos, ya que evita que "se utilice energía adicional para construir nuevos edificios", se dice.
Tim Verlaan, del Centro de Historia de Ámsterdam, asegura, desde otro punto de vista, que los edificios brutalistas están amenazados por políticos de derecha como parte de un "ataque al estado de bienestar". ¿Se salvará?