La Nueva

Vuelve la perrera municipal

- Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Hace 78 años, en noviembre de 1943, la municipali­dad puso en funcionami­ento nuevamente el servicio de la perrera, luego de varios años de inactivida­d.

Tanto tiempo había transcurri­do de su salida de operativid­ad, que este diario mencionó la vuelta de “la vieja perrera, tan impopular sobre todo en los barrios suburbanos”.

Ese era el recuerdo que se tenía de este servicio conformado por un carrito tirado por tres mulitas y sobre el que se ubicaba una jaula de hierro en la cual eran encerrados los perros.

Era habitual que los enlazadore­s tuvieran muchas veces que reñir verdaderas batallas con dueños irascibles o con la chiquiller­ía que seguía “como un séquito avizor” a la perrera, para liberar a los canes en el menor descuido de los guardianes.

Tan complicada fue la situación que la comuna dispuso que la perrera fuera acompañada por un agente de la gendarmerí­a del escuadrón provincial a caballo.

En regreso de la perrera dejó de lado aquel armatoste y sumó un medio mucho más moderno: una limpia camioneta que actuaba con mayor velocidad e impedía las maniobras de los abrigaban un sentimient­o de piedad hacia esos animales “calificado­s tantas veces, por la literatura barata, de verdaderos amigos del hombre”.

Lo cierto es que en el primer mes de labor, la perrera apresó 174 animales, de los cuales 14 fueron liberados por sus propietari­os al abonar las patentes que correspond­ía hacer efectiva por ordenanza. Para este diario la cantidad de canes apresados resultaba baja, consideran­do que el número de canes sueltos en las calles era muy considerab­le. “Y constituye­n, como se sabe, un verdadero peligro y una amenaza para la salud de los humanos, especialme­nte los niños”.

Demás está decir que el destino de los perros capturados era el menos deseado, ya que se los sacrificab­a a los pocos días de su captura.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina