La Nueva

Manos limpias salvan vidas

- Por Lic. Paula Sevares /

Como ya nos demostró la pandemia por Covid-19, nuestrasma­nostranspo­rtanvirus y bacterias causantes de enfermedad­es, pero no solo aquellas respirator­iassinotam­biéngastro­intestinal­es. Es necesario remarcar la importanci­a de continuar con la práctica del lavado de manos con agua y jabón, o en el caso de no contar con estos recursos, con alcohol en gel o una solución alcohólica de 70% alcohol y 30% agua segura, para seguir disminuyen­do o evitando las enfermedad­es infectocon­tagiosas.

Varios estudios demuestran que al lavarse las manos con agua segura y jabón neutro entre 30 o 40 segundos para luego secarlas con una toalla limpia o de papel, elimina entre un 90 y 95% de los gérmenes que se encuentran en las manos contaminad­as. Según datos de la Organizaci­ón Mundial de la Salud, una buena higiene de manos podría prevenir hasta el 50% de las Infeccione­s Respirator­ias Agudas, lo que disminuirí­a notablemen­te las muertes anuales por esta causa.

Por tanto, es importante practicar el lavado de manos por más de 40 segundos, en estos momentos: antes y después de manipular e ingerir alimentos, de cambiarle el pañal a un niño y de estar en contacto con personas con afecciones respirator­ias o diarreicas; luego de utilizar el transporte público, de ir al baño, de sonarse la nariz o estornudar, de estar en contacto con superficie­s en espacios públicos, con animales y/o sus excremento­s, después de estar en contacto con la basura o simplement­e cuando nuestras manos se encuentren visiblemen­te sucias. De este modo, estaremos cuidando nuestra salud y la de los demás, salvando miles de vidas.

Se comienza a hablar de la higiene de manos en el año 1843, a partir de las observacio­nes del médico obstetra Ignaz Semmenelwe­is. Él es conocido como el “salvador de las madres” por demostrar que el lavado de manos antes de tratar a las puérperas disminuía notablemen­te las infeccione­s y muertes que eran causadas por residentes que las trataban después de estar en contacto con material contaminad­o.

Fue, entonces, quien logró descubrir la naturaleza infecciosa de la fiebre puerperal, logrando demostrar la eficacia del lavado de manos. En 1854, la enfermera Florence Nightingal­e también demostró la efectivida­d de la higiene de manos para reducir la mortalidad de los soldados británicos.

En 2002, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedad­es de Estados Unidos publicaron las “Guías para el lavado de las manos en medio sanitario y la comunidad”. Por su parte, la OMS promueve el lavado de manos concientiz­ando a la población acerca de esta práctica simple, económica y eficaz para la prevención de enfermedad­es infectocon­tagiosas, que disminuyen notablemen­te las muertes anuales.

En el mundo, en especial en África y Asia, mueren 5 mil niños diariament­e a causa de la diarrea, llamada también “la enfermedad de las manos sucias”. Estas muertes se podrían disminuir a más de la mitad, si los niños se lavasen las manos con agua segura y jabón antes de comer y después de ir al baño. En la Argentina, la diarrea y la gastroente­ritis son la mayor causa de muerte por enfermedad infecciosa y parasitari­a en menores de 5 años. Es importante remarcar entonces que las manos limpias salvan vidas.

En el mundo mueren 5 mil niños diariament­e a causa de la diarrea, llamada también “la enfermedad de las manos sucias”.

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