Ca7riel llega al estreno como solista de “El Disko”
“Es lo menos contaminado por la industria”, aclara, con su estilo confrontativo y siempre picante. Uno de los nombres propios más interesantes de la escena urbana.
l guitarrista, compositor y cantante Ca7riel, uno de los nombres propios de mayor peso de la escena de la música urbana, considera que su flamante primer álbum, “El Disko”, “es lo más puro, lo más sincero, lo menos contaminado por la industria, porque con los likes te volvés loco”.
“Estas canciones no las hice pensando en los likes y por eso tampoco tienen ‘feats’ (colaboraciones que se usan para sumar seguidores de otros artistas a la legión propia)”, se ufana Ca7riel durante una entrevista.
Pero convencido de contar con “un público muy fiel, muy enorme y muy real”, el músico valora la apuesta encarada con “El Disko” y sostiene: “Siempre que proponés otra cosa te puede ir más o menos o extremadamente bien”.
En ese camino de un material que define como “una película de once temas”, el músico nacido hace 27 años
Ebajo el nombre de Catriel Guerreiro Fernández Peñaloza asegura que “’El Disko’ es la evolución más desarrollada de Ca7riel”. La placa en cuestión reunió al artista con el multiinstrumentista Tomás Sainz (32 años e hijo de Sergio Sainz, bajista en la primera banda rosarina de Juan Carlos Baglietto) en plena pandemia para construir un universo desafiante que logra salirse de las casillas.
“Muy bien” (con referencias a “Luna de miel” de Virus y “Lucy in the Sky with Diamonds”, de The Beatles), “Bad Bitch”, “Shipea”, “U.U”, “Keyhole”, “Donde tal”, “Chanel Maconha”, “Nunca me atiende”, “Souvenir”, “Sin Sublow” y “Polvo”, conforman el repertorio de “El Disko”.
La potente e inspirada dupla Ca7riel-Sainz (a la que se sumó Facundo Yalve, productor de Wos, en “Keyhole” y “Sin Sublow”), empezó a mostrar sus credenciales a partir de “Polvo”, lanzado el 2 de septiembre de 2020 y con más de 3.120.000 vistas solamente en YouTube.
De la mano de este lanzamiento, el intérprete e instrumentista da un nuevo paso en un camino caracterizado por el cambio y la búsqueda, ya sea de expresión como de suceso.
Una década atrás formó parte de la banda Astor y las Flores de Marte, donde plasmó musicalmente su amistad de niñez con Ulises Guerriero, nombre real de Paco Amoroso, quien por entonces tocaba la batería.
Gracias a otro amigo de la infancia se inició en el rap y llegó a participar de las batallas de freestyle de El Quinto Escalón, una experiencia que más allá de los resultados del momento, marcarían decisivamente un rumbo diferente.