La Nueva

Dejó de viajar a la ciudad

-

Miembros de la filial local del Sindicato Único de Fleteros de la República Argentina, imputados de haber integrado una banda que coaccionab­a a transporti­stas para que contratara­n sus servicios, serán juzgados desde el lunes por el Tribunal en lo Criminal Nº 3 de nuetra ciudad.

Los acusados son Mariano Martín Llafar y Mario Raúl Aguiar, líderes de la presunta organizaci­ón delictiva; Carlos Rodrigo Ciucci, Pablo Andrés Halberg y Salvador Florentino Quel, a quienes la fiscalía les atribuye asociación ilícita agravada por el ánimo de lucro, coacción y daño, entre otros delitos.

El debate se prolongará hasta el viernes y en las distintas jornadas se escucharán las declaracio­nes de aproximada­mente 30 testigos, entre ellos choferes de camiones, empresario­s transporti­stas y directivos de compañías del puerto local víctimas de este accionar ilegal.

También atestiguar­án agentes policiales que participar­on de la investigac­ión y, eventualme­nte, prestarán declaració­n los imputados.

El fiscal Mauricio del Cero, a cargo interiname­nte de la Unidad Funcional de Instrucció­n y Juicio Nº 18, sostendrá la acusación durante el debate oral, mientras que los codefensor­es Miguel Ángel Pierri, quien viajaría desde Buenos Aires para participar de las audiencias, y María Laura Bentivegna, patrocinar­án a los procesados.

Quel es el único de los justiciabl­es que llegará excarcelad­o a la etapa de enjuiciami­ento, porque sus consortes de causa cumplen prisión preventiva.

El tribunal está conformado por los jueces Daniela Castaño,Eduardod'Empaire y Julián Saldías quienes, de encontrar culpables a los cabecillas, los condenaría­n a cumplir penas de entre 5 y 20 años de cárcel.

Respecto de las sanciones que les correspond­erían a los demás acusados, las penas mínimas comienzan en 3 años de prisión pero los montos máximos son “incalculab­les” por la gran cantidad de “hechos en concurso que se suman aritmética­mente”, explicó una fuente de la causa.

Los pseudosind­icalistas operaron al menos desde noviembre de 2018 y la gavilla fue desarticul­ada por la Policía a fines de agosto del año pasado.

En allanamien­tos hechos en 6 inmuebles de Bahía Blanca y General Cerri, efectivos policiales detuvieron a los nombrados y secuestrar­on más de 3 millones de pesos, 1.600 dólares, vehículos, teléfonos celulares y una casilla rodante con la inscripció­n del gremio, entre otros elementos.

Bien organizado­s

Durante la instrucció­n del expediente, se investi- gó “la conducta de un grupo organizado y coordinado de personas que, a través de amenazas, coacciones y daños, procuraron doblegar la voluntad de empresario­s relacionad­os al transporte y/o producción de productos agrícolas e insumos necesarios para su producción, concretame­nte fertilizan­tes”.

Así lo afirmó el doctor Del Cero, quien agregó que “el propósito era obligarlos a contratar los servicios prestados por los imputados (propietari­os de camiones o de empresas de transporte) o, bien, de otros transporti­stas vinculados a ellos y agrupadas bajo la bandera del Sindicato Único de Fleteros seccional

Decisión. Juan Carlos González, dueño de Transporte Don Simón, en Bolívar, dejó de viajar a Bahía por la coacción que ejercieron contra sus empleados y los destrozos a camiones.

Denunciant­e. El empresario fue el primero en denunciar aprietes contra choferes de su firma.

Consecuenc­ias. Por las presiones a conductore­s y los daños, González dejó de viajar a esta zona para cargar productos agropecuar­ios en el puerto y un empleado abandonó la actividad por amenazas. Bahía Blanca”.

Para lograr su cometido, coaccionab­an a los propios tomadores de carga y/o sus choferes, y dañaban los vehículos con los que iban a retirar la mercadería en las terminales locales.

Los destrozos tenían un doble propósito: por un lado, en represalia por no acatar los requerimie­ntos de la miembros de la organizaci­ón y, por el otro, como estrategia para generar inquietud y temor hacia los restantes camioneros, las empresas renuentes o rebeldes a sus exigencias ilegales e, incluso, otras firmas.

“Existía una suerte de acción ejemplific­adora para quienes no obedecían o tenían pensado no acatar las exigencias ilegales o rebelarse”, analizó el representa­nte del Ministerio Público Fiscal.

Planificac­ión y ataque

La planificac­ión de los ataques la efectuaban mediante audios telefónico­s a

Nueva. los que La tuvo acceso. Estos archivos surgieron de escuchas a teléfonos celulares de los detenidos, incautados en requisas realizadas en diciembre de 2019.

Por medio de tareas de inteligenc­ia, los acusados controlaba­n el ingreso y egreso de camiones en las plantas de las firmas Sea White, en Loma Paraguaya, y Bunge Argentina, en el kilómetro 673 de la ruta 3.

Si los transporti­stas se negaban a sus exigencias, los integrante­s del SIUNFLETRA en cuestión arrojaban clavos 'Miguelito' sobre el pavimento para dañar los neumáticos de los rodados de carga.

En muchas ocasiones los choferes se retiraban de Bahía Blanca sin poder cargar cereal o fertilizan­te.

Los imputados, que habían instalado una casilla en Loma Paraguaya para imponer sus servicios, obtuvieron un importante rédito económico a raíz de esta actividad ilegal.

Por ejemplo, en un diálogo entre Llafar y Ciucci, dueño de la empresa de volquetes “Cabeza” (tal como su apodo), se planeaba dónde cometer los ataques contra camiones de carga y amenazar a los choferes.

 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ?? DESDE LA izquierda, Llafar, Aguiar, Halberg, Ciucci y Quel, que es el único de los procesados que está excarcelad­o.
ARCHIVO LA NUEVA. DESDE LA izquierda, Llafar, Aguiar, Halberg, Ciucci y Quel, que es el único de los procesados que está excarcelad­o.
 ?? ?? UNO DE los tantos allanamien­tos que se registraro­n en el marco de la causa judicial.
UNO DE los tantos allanamien­tos que se registraro­n en el marco de la causa judicial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina