Frente a los reclutamientos, los rusos se enfrentan a la resignación o la fuga
Tras la decisión de Vladimir Putin de movilizar reservistas para reforzar su ejército, miles de hombres se alistaron sin esperar a recibir su convocatoria y otros intentaron huir del país.
El anuncio de Vladimir Putin de movilizar parcialmente a unos 300.000 reservistas para apoyar a las fuerzas rusas en la guerra con Ucrania, tuvo un efecto detonante en el país llevando a situaciones de caos tanto en las fronteras como dentro de las oficinas de reclutamiento.
Los hombres movilizados tienen en su mayoría entre 25 y 35 años y ya han hecho el servicio militar. El Ministerio de Defensa considera prioritaria la movilización de tiradores, tanquistas, artilleros, conductores y mecánicos.
Según Vladímir Shimlianski, portavoz del departamento de movilización del Estado Mayor ruso, serán eximidos los estudiantes que cursen estudios presenciales, “los informáticos, empleados de banco, especialistas en comunicaciones y periodistas, además de trabajadores de empresas de la industria militar, padres de familias numerosas, aquellos que estén a cargo de inválidos y enfermos, y rusos que vivan en el extranjero”.
La prensa independiente informó de la existencia de una cláusula que permitiría al Ejército llamar a filas hasta a un millón de hombres, lo que fue negado por el Kremlin. En caso de negarse a participar en la guerra, se enfrentan a procedimientos judiciales y posiblemente la prisión.
Los migrantes que intentan trabajar en Rusia son particularmente apuntados por este llamado. La Duma ha aprobado una ley para simplificar la adquisición de la ciudadanía rusa. Según ella, los extranjeros que hayan concluido un contrato de servicio de un año en las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa podrán obtener la ciudadanía sin largos tiempos de espera y otros obstáculos burocráticos.
Un efecto caótico
Los llamados al combate no tuvieron que esperar más de unas horas después del anuncio para recibir su convocatoria. En toda Rusia, se organizó un reclutamiento exprés, pero aparentemente de forma improvisada y con poca coordinación informática. Los futuros soldados rusos recibieron, por la mayoría, su convocatoria en forma de papel, a veces con la policía desplazándose hasta su domicilio para entregárselo.
Además, y en contra de las promesas de las autoridades, también se están reclutando hombres sin experiencia de combate.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, intentó tranquilizar a la población, explicando que el Gobierno respondería a las dudas de todas las personas reclutadas.
“Uno podía entender de alguna manera la reacción histérica, extremadamente emocional en las primeras horas después del anuncio, incluso en el primer día, porque, efectivamente, hubo cierta escasez de información, que también es comprensible y justificable”, señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Pero luego, todas las líneas directas y oficinas de información se han activado de acuerdo con la decisión del Gobierno”, añadió.
Unos no esperaron su convocatoria y se presentaron de manera voluntaria. Según el ejército ruso, cerca de 10.000 hombres se alistaron en las filas del Ejército ruso para ser enviados a Ucrania.
Sin embargo, muchos otros, aunque apoyan la operación militar de Putin, se presentaron en las oficinas con reticencia, teniendo miedo de dejar sus familias y su trabajo. Sin embargo, se resignaron a ir al frente “por una buena causa”.
Una ola de rechazo
Por otro lado, miles de rusos intentaron y siguen intentando abandonar el país desde el anuncio. Unos se fueron en avión a países que no requieren visa para los rusos, como Turquía o Armenia, donde los billetes de avión desde Rusia se dispararon en los días subsiguientes.
Otros decidieron cruzar los países fronterizos en coche, creando largas colas en las fronteras, como la de Kazajistán, Mongolia, Georgia, o Finlandia.
Finlandia, que es la puerta de entrada a la Unión Europea, vio su número de visitantes rusos subir drásticamente, según los guardias fronterizos. Pero el gobierno finlandés, que no quiere que el país se convierta en una importante nación de tránsito, planea impedir la entrada de todos los rusos con visado de turista en los próximos días, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Pekka Haavisto.
Además, varios centros de reclutamiento militar en Rusia han sufrido ataques con cócteles molotov, según informaron los medios locales. Los acontecimientos tuvieron lugar en San Petersburgo, Nizhni Nóvgorod, Orenburg y Zabaikal, entre otras ciudades.
El anuncio también llevó a la gente a participar en manifestaciones en al menos 38 ciudades de todo el país en contra de la movilización, aunque no fueron a gran escala.