Calabozos con clausuras: una problemática estructural que afecta la seguridad
La fuga de un preso de la Tercera volvió a poner de relieve la necesidad de más espacios para los detenidos. Se proyectan obras ¿Habrá rápida solución?
Calabozos clausurados desde hace más de 10 años y el alojamiento transitorio de detenidos en sectores de las comisarías no aptos para el encierro, que posibilita hechos como la reciente evasión de la seccional Tercera, continúan siendo en esta ciudad una problemática que incide en la seguridad y parece no tener solución a corto plazo.
Las demoras para otorgar cupos en las cárceles de Bahía Blanca y Saavedra, con sobrepoblación de internos, también agravan la situación con las personas privadas de la libertad en dependencias policiales.
La custodia a aprehendidos dentro de las comisarías implica, además, que haya menos efectivos abocados a la prevención o lucha contra el delito en la vía pública.
Producto de estas falencias, la construcción de otra alcaidía en nuestro medio se torna cada vez más necesaria, aunque el defensor oficial Germán Kiefl confirmó que desde el ámbito político no se avanzó con el proyecto.
“Es primordial, porque las comisarías no están preparadas para custodiar ni alojar personas; tampoco funcionan como el Servicio Penitenciario, que tiene otras medidas de seguridad. Los comisarios no quieren tener detenidos a su cargo en las comisarías, porque además les reduce la cantidad de personal para realizar la tarea policial (en las cuadrículas)”, confirmó Kiefl.
“Porque tiene que haber un imaginaria, dos custodias y la guardia armada por cualquier eventual incidente con detenidos en la comisaría”, agregó.
El comisario general Aldo Caminada, superintendente de Seguridad Interior Sur, coincidió con el representante del Ministerio Público al reconocer que las reparticiones policiales locales no cuentan con espacios adecuados para albergar a personas en esta condición.
Actualmente los únicos calabozos habilitados para alojar a detenidos son los de la comisaría Sexta, en Villa Rosas.
“Al no estar habilitados los calabozos de las otras comisarías, la Sexta colapsa porque envían a todos los aprehendidos ahí, donde no detecté deficiencias estructurales graves, pero el espacio es tan reducido que duermen en colchones sobre el piso”, denunció el empleado de la Defensoría General.
“La capacidad máxima es de 4/6 detenidos, pero el lunes había 16, por eso las condiciones de hacinamiento diarias son graves. La cantidad varía día a día porque si el fin de semana hay un turno de flagrancia con muchos aprehendidos, el lunes tenés a 10/12 alojados en la Sexta y días después los calabozos se vacían. Pero siempre se excede la capacidad de alojamiento”, amplió Kiefl.
Si bien la Unidad Penal Nº 4 de Villa Floresta dispone
La causa principal de la clausura de calabozos en comisarías de esta ciudad son las graves deficiencias edilicias.
de una alcaidía donde también se aloja a detenidos, el defensor afirmó que “no da abasto”.
“En un turno de mucha conflictividad, capaz que se triplica la capacidad máxima para alojar gente. Es una problemática que no se va a poder superar hasta que en Bahía no se construya otra alcaidía para alojar detenidos aún sin prisión preventiva.
“Además, hoy en día hay mucha gente con antecedentes a la que después no la excarcelan y queda privada de libertad, entonces el sistema se va colapsando”, continuó.
Cierres y refacciones
Con fondos del Ministerio de Seguridad bonaerense, la Municipalidad se hará cargo de la refacción de calabozos en las comisarías Primera y Séptima.
Las celdas de esta última seccional, en Rigamonti al 600, están clausuradas desde la inauguración del edificio, en junio de 2018.
“Nunca funcionaron porque la instalación eléctrica está mal hecha”, dijo una fuente oficial.
“Las obras de refacción y puesta a punto ya están licitadas y otorgadas a las empresas que se van a encargar de los trabajos”, agregó.
A fines de diciembre de 2019, el Tribunal en lo Criminal Nº 2 ordenó la “prohibición de alojamiento” en calabozos de la Primera, en Berutti 650, a raíz de fallas en el sistema eléctrico.
Por resolución ministerial, el 31 de mayo de 2011 se clausuraron los calabozos de la comisaría Segunda y después se cerraron definitivamente, en tanto que los del destacamento policial del barrio Palihue no tienen habilitación, pero allí se aloja a exintegrantes de las fuerzas de seguridad.
Ese mismo día, los calabozos de las seccionales Quinta y Tercera (Ingeniero White) también fueron clausurados y cerrados de manera permanente,