Con un cerramiento color oro completamente perforado para permitir el paso de la luz, el estadio de Lusai, en Qatar, será dónde se juegue la final del próximo Mundial de fútbol.
n estadio de oro, un cuenco, un espacio dorado. Así es el estadio donde se jugará la final del campeonato mundial de fútbol en Qatar, diseñado por el estudio británico que lidera Norman Foster.
Bautizado Lusai, el estadio, que además albergará otros diez partidos de la Copa, se ubica en Doha, tienen capacidad de 80 mil asientos y está envuelto en una fachada dorada.
“Nuestra ambición era crear una forma llamativa pero simple, que respondiera al clima de Qatar y realzara el teatro del evento”, dijo Foster.
Descripto como un “recipiente de oro”, la forma del estadio se basó en los cuencos islámicos y en la arquitectura local.
La fachada está perforada por numerosas piezas triangulares planas apoyadas en un marco de acero. Esas aberturas crean una pantalla
Uque permite la entrada de luz a los vestíbulos internos.
Según el estudio, crear una “atmósfera inmersiva” fue el punto de partida del diseño, con los aficionados lo más cerca posible del campo.
Una cubierta
El estadio está rematado con un techo de red de cables de “rueda de radios” que brinda sombra a los concurrentes.
La estructura, de 307 metros de diámetro, es una de las más para un estadio y, junto con la fachada, fue diseñada para ayudar a reducir su consumo de energía.
“El anillo de compresión exterior está conectado a otro de tensión central mediante un sistema de cables”, explicó el estudio.
“Este método crea un techo de gran extensión sin necesidad de columnas”, añadió.
Dentro del estadio, que ha logrado una calificación de cinco estrellas en el Sistema de Evaluación de Sostenibilidad Global, también tendrá aire acondicionado para refrescar a los aficionados.
Foster espera que el estadio, cuya capacidad se espe-*
Descripto como un “recipiente de oro”, la forma del estadio se basó en los cuencos islámicos y en la arquitectura local.
ra que se reduzca a unas 40.000 personas después del torneo, se convierta en “un símbolo perdurable” para la Copa del Mundo del país.
“Usando la experiencia de rediseñar el estadio de Wembley, con su ahora icónico arco, estamos orgullosos de haber creado un símbolo único y reconocible para Qatar como anfitrión de la Copa de la FIFA. Creemos que el estadio será una sede memorable para la final y muchos eventos en el futuro”, señaló.