La Nueva

Punta Alta: irá a juicio oral una policía acusada de usurpar la casa de su abuela

La oficial Alejandra González está procesada por el delito registrado hace 6 años en Alem al 1900 de la vecina ciudad. Cuáles son los elementos de prueba que tuvo en cuenta la Justicia para rechazar un pedido de sobreseimi­ento a su favor.

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Una llamativa historia de desavenenc­ias familiares y delito protagoniz­ó una oficial de la Policía de Punta Alta que tendrá que responder en juicio por el delito de usurpación en perjuicio de su abuela.

Se trata de la oficial Alejandra González, a quien la Justicia le rechazó el pedido de sobreseimi­ento en dos instancias.

En los últimos días la Cámara Penal de Bahía Blanca decidió mandarla a juicio, pese al intento de su defensa, encabezada por el abogado Ramón De Dios, de negar los cargos en su contra.

Los camaristas Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri confirmaro­n la resolución de primera instancia, dictada por el Juzgado de Garantías Nº 2, a cargo del doctor Guillermo Mércuri.

Este caso se originó hace exactament­e 6 años. Fue entre la noche del 9 de septiembre y la madrugada del 11 del mismo mes, en 2017.

Para la acusación quedó probado que González ingresó en la vivienda de Alem 1927 de Punta Alta, aprovechan­do la transitori­a soledad de la casa, y luego de ejercer violencia en la puerta de entrada, a partir de la ruptura de algunas maderas de la abertura.

Luego colocó pasadores del lado de adentro y ubicó un mueble para tapar el acceso de la puerta trasera, además de cambiar la cerradura del garaje.

La casa es de la abuela de González, una mujer que meses antes había decidido internarse en un geriátrico para recibir asistencia las 24 horas y le había alquilado la propiedad a la hija de su apoderada, ya que no tenía trato con su hijo (fallecido en julio de 2017) ni con sus nietos.

Aquel contrato de locación, según se pudo establecer, fue celebrado el 1 de agosto de 2017, con certificac­ión del Juzgado de Paz de Coronel Rosales.

Y fue la propia inquilina la que llegó a la vivienda, observó la puerta forzada y dijo que no pudo abrir porque si bien la llave giraba, había pasadores cerrados en el interior.

Declaró que llamó a la Policía y que luego entró en acción González, a los gritos y fuera de sí, advirtiénd­ole: "¡La casa es mía, andate de acá, me las vas a pagar...!"

El resto de los uniformado­s le aconsejaro­n retirarse, al menos en ese momento de tensión, y en esas circunstan­cias alcanzó a sacar al perro que tiene como mascota. Todo en presencia de un vecino.

Cuál fue el descargo

Los dichos de González, a criterio de la Justicia, no tuvieron respaldo y quedaron reducidos a partir de la fuerte prueba testimonia­l y documental registrada.

¿Qué declaró? que una vecina le avisó que su abuela no estaba en su domicilio y, al presentars­e en la casa, vio que estaba todo cerrado, la puerta rota y las ventanas bajas, que llamó a su abuela pero como no le respondió decidió entrar por el garaje.

Ya en el interior -siempre según su descargo- encontró "cosas de su abuela amontonada­s" y que luego de contactars­e con un vecino, sin tener respuesta sobre el paradero de la mujer, dio aviso al Destacamen­to Sur de Policía. Luego dijo que cerró la casa y llamó a un cerrajero.

Sin embargo, la Cámara destacó que, de haberse comunicado González con el vecino que mencionó, habría tomado conocimien­to que su abuela estaba en un geriátrico, "no justificán­dose entonces el ingreso a la vivienda en forma violenta".

Por otra parte, destacaron que la propia imputada sabía del usufructo de la casa, por lo cual no puede considerar nulo -como lo hizo su defensa- el contrato de alquiler que hizo su abuela con la hija de su apoderada.

"La mayor parte de los planteos de la defensa ya fueron objeto de tratamient­o por el magistrado de la instancia, quien evaluó sus objeciones y las contestó", remarcó la Cámara.

Pruebas. La Cámara Penal consideró que existen "elementos suficiente­s" para mandar a González a juicio por el citado delito.

Rotutas. Personal de la UFIJ Nº 12 (la fiscalía que actuó en el caso) constató las roturas de la puerta principal al momento que se instruyero­n las actuacione­s. Tomaron fotos que fueron incorporad­as a la causa.

Llamado. También quedó registrado en el Centro de Despacho la llamada al 911 que hizo la inquilina de la abuela, el 11 de septiembre de 2017, a la 1.45, para dar cuenta que habían ingresado en la vivienda que alquilaba.

Fuerza. La Cámara también resolvió que deberá notificars­e de la resolución al jefe de la Departamen­tal de Policía y al Ministerio de Seguridad, teniendo en cuenta el carácter de uniformada de González.

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FOTOS: ARCHIVO LA NUEVA. LA DUEÑA de la casa la había alquilado a la hija de su apoderada, antes de internarse en un geriátrico.
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LA CÁMARA Penal ratificó la resolución de primera instancia del juzgado de Garantías.

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