En Bahía ya se perciben los riesgos de escuchar música alta
La Organización Mundial de la Salud advirtió que 1.000 millones de jóvenes podrían perder su audición por la exposición a sonidos fuertes. En nuestra ciudad ya se detectaron varios casos.
Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud anunció que más de 1.000 millones de personas de entre 12 y 35 años corren el riesgo de perder la audición y que 8 de cada 100 personas ya presentan inconvenientes.
La exposición en exceso a música en volumen muy alto y sonidos recreativos fueron las dos causas que el organismo internacional nombró como disparadores de esta problemática que tiende a crecer en el corto plazo.
“En Bahía no hay registros estadísticos oficiales sobre el tema, pero sí es real que se percibe un incremento de consultas por este tema”, reconoció Luciana Viozzi, licenciada en Fonoaudiología.
Y añadió: “Es indudable que el problema tiende a agravarse. Hoy todo el mundo usa auriculares y desde muy temprana edad. A eso se suma que la pérdida de audición no se percibe tan rápido como la visual”.
Por ello, la licenciada bahiense esgrimió que son muy importantes los controles periódicos.
“La pandemia fue un quiebre. Allí se intensificó el uso de auriculares, ya sea para las clases virtuales como para aislarse de ruidos propios de un lugar con más gente de lo habitual”.
Aunque la problemática no distingue rangos etarios, Viozzi puntualizó que los adolescentes son los más expuestos.
“El uso casi permanente de auriculares, sumado al volumen alto, es un combo riesgoso. El uso de auriculares no deja de ser un cuerpo extraño en el oído, y eso produce una humedad o mucosidad que trae otros inconvenientes”.
La exposición a sonidos fuertes provoca pérdida temporal de la audición o tinnitus. Se estima que el 8% de la población padece esta molestia en mayor o menor grado.
A eso se suma que la exposición prolongada o repetida puede causar a daños auditivos permanentes, que desembocan en una pérdida irreversible de la audición.
“La audición, en el caso de ruidos, no se recupera. Se logra impedir que avance, pero las células que se van perdiendo en el oído interno no se regeneran. Por eso es importante la prevención”.
“Es necesario que se intensifique el diagnóstico temprano. Muchos casos son de nacimiento y no se detectan hasta edades avanzadas. Creo que son estudios que podrían solicitarse en las escuelas”.
Cabe recordar que, en nuestro país, cada recién nacido tiene la posibilidad de acceder a un estudio de audición gratuito llamado Otoemisiones Acústicas (OEA), uno de los controles de los primeros días de vida. Esta evaluación se debe realizar preferentemente antes del alta neonatal. A través de este método se puede detectar el 98% de las hipoacusias en bebés.
“Pero después no suelen volver a hacerse controles. De hecho, se realizan muchísimos más estudios oftalmológicos que permiten diagnósticos de problemas visuales en edad escolar”.
Un niño con pérdida auditiva no detectada a tiempo puede no ser capaz de desarrollar correctamente el habla y el lenguaje normal y adquirir las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje y por supuesto, requiere mayor asistencia escolar. Una óptima función auditiva es fundamental para el desarrollo pleno del lenguaje y el aprendizaje, y contribuye a la inclusión social, escolar y laboral de las personas en las distintas etapas de la vida.
“Detectar inconvenientes en edades tempranas favorecería mucho el tratamiento posterior e impedir que la audición siga bajando. Y sin dudas que estas cuestiones influyen en el aprendizaje. Un niño que no escucha bien no está en las mismas condiciones que uno que tiene audición plena”.
Por ello, sería importante también comenzar con campañas de prevención en las escuelas, pero no sólo en las primarias.
“Sobre todo en los adolescentes, para alertarlos de estos problemas auditivos que genera el abuso de los auriculares”.
“El método más eficaz que utilizo, es mostrarle al adolescente el estudio en el que se percibe la caída de la audición. Y les hablo sobre la proyección a unos años.
Ellos no asimilan el problema porque siguen escuchando relativamente bien. Pero si siguen usando auriculares y volumen fuerte, van a perder bastante capacidad de audición y se dan cuenta cuando ya es demasiado tarde”.
Los auriculares de copa son menos perjudiciales que aquellos que se insertan en el oído.
“La diferencia es que el ruido, en el primero, ingresa al pabellón y el otro, directamente al conducto. La moda tiende a utilizar los inalámbricos, pero son los que más problemas auditivos causan y en menor tiempo”.
“Es indudable que el problema tiende a agravarse. Hoy todo el mundo usa auriculares y desde muy temprana edad”.
Proyecto de ordenanza
El concejal Pablo Daguerre presentó en mayo pasado un proyecto de ordenanza para confeccionar un “Programa de concientización sobre la importancia de la detección temprana de trastornos auditivos en niños y niñas y el cuidado de la audición en general”.
En el proyecto hace énfasis en la importancia de contar con un diagnóstico temprano de trastornos auditivos en niños y niñas que posibilite su adecuado abordaje y tratamiento; como así también de mantener una audición sana a lo largo de toda la vida.
El objetivo es sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la salud auditiva en el desarrollo de niños y niñas, fomentando la detección de trastornos auditivos en edad escolar.