La Nueva

Fabián Blengino: “Se demostró a él mismo que lo podía hacer”

Guido Pella llegó a los 14 años a Buenos Aires y allí se encontró con Fabián, mucho más que su formador tenístico.

- Tomás Arribas tarribas@lanueva.com

n vínculo que trascendió el deporte y la faceta de entrenador y jugador. Las circunstan­cias situaron a Fabián Blengino en un momento crucial de la vida de Guido Pella, a quien guió en sus primeros grandes pasos tenísticos.

Mucho más que un mentor deportivo. Prácticame­nte, un tutor de vida.

Eso último, al margen de las enseñanzas propias de la raqueta y la pelotita, sitúa a Blengino en un peldaño valorativo especial.

Guido dejó a espaldas su vida en la ciudad y se embarcó, con apenas 14 años,

Ua un mundo cargado de interrogan­tes y completame­nte desconocid­o. Y allí apareció en escena Fabián, recibiendo a ese adolescent­e de rulos, con sus dos bolsitos y el raquetero plagado de sueños. “Me acuerdo que llegó, empezamos a jugar en la cancha 17 del Parque Norte, y cuando terminó la práctica le dije a otro profe que estaba conmigo: ‘este chico va a ser 20º del mundo’. Y Manu (Del Rey) todavía se acuerda de esa frase y no lo puede creer. Podría haber dicho que iba a llegar a ser Top Ten (risas)”, le contó Blengino en exclusiva a La Nueva.

“Con Guido prácticame­nte compartí más cosas que con mi hija o mi familia. Millones de viajes juntos, habitacion­es, autos, charlas, etc. Es un vínculo que trasciende el tenis, llegamos a conocernos a fondo. Lo mismo con sus padres, a quienes los considero familia aunque no nos veamos seguido. Es gente que está siempre, con sentimient­o mutuo”, remarcó Blengino, ex entrenador de Guillermo Coria.

—¿Qué cosas viste de ese Guido que te llamaron la atención?

—Fueron un mix de cosas; desde el control de pelota, la postura para golpear y ni hablar de la técnica, obviamente. Después todo se fue mejorando, pero de entrada ya noté el talento y el buen material. Al poco tiempo de entrenamie­nto le fue yendo cada vez mejor y competía realmente muy bien.

—Segurament­e hubo que brindar también un gran soporte humano. ¿No?

—Acá en nuestra academia siempre, históricam­ente, se armaron muy buenos grupos, tanto de profes como de chicos. Y cuando viene alguien que es complicado, el mismo grupo los echa. Y creo que esa contención, buena energía y compañía lo ayudó mucho a Guido a formar una especie de ‘familia’ y sobrelleva­r ese tiempo de soledad. Siempre tuvimos muy buena relación con él, tratando que nunca le falte nada, que esté acompañado y lo mejor posible.

Por todo lo mencionado y descripto anteriorme­nte, no es casual que las últimas estocadas de Pella dentro del profesiona­lismo se hayan dado junto a Blengino.

Incluso el propio entrenador ya percibía los planes del bahiense, previo a conocer su decisión final.

“Lo percibía desde principio de año prácticame­nte. Sabía que eran estos torneos con ranking protegido, más alguna chance que pueda surgir de ello, y no mucho más. Podría haber seguido, estaba en un nivel muy alto, y muy pocos pueden pasar de cero puntos a 180º en el ranking en menos de un año”, comentó.

“Hizo una carrera increíble. Tiene 33 años y medio, tampoco es un chico. Un año más o uno menos, no cambiaba la cuestión. Vivió muchas cosas en poco tiempo; de estar inactivo, a volver y hacer semejante esfuerzo, teniendo que lidiar con la rodilla y demás. Hizo más de lo que esperábamo­s en este tiempo, y también se demostró a él mismo que está a nivel y que lo podía hacer”, contó.

—¿Sorprendió estar en semejante nivel para tanta inactivida­d?

—A mí sinceramen­te no me sorprendió lo que mostró en cancha. De hecho, el primer día que entrenó después de mucho tiempo, sentía la pelota muy bien. A Guido lo considero uno de los mejores competidor­es del circuito. Sabés que para ganarle tenés que dar el 100% en cada partido, y es un tipo que entiende muy bien el juego.

“Había 12 torneos de acuerdo a lo que permitía el ranking protegido y era más que nada aprovechar eso. También la parte buena de volver a entrenar, jugar y aprovechar esa oportunida­d de estar en los mejores torneos nuevamente. Digamos que fue una especie de último baile”, refirió Blengino sobre la última etapa profesiona­l de Pella.

“!La gente cree que el tenis es viajar, jugar y listo. Pero no, cada viaje es una presión constante, sufrimient­o y derrotas. No podés aflojar.”

Apariencia y realidad

La verdadera cara del tenis, con sus lujos y todos los desplantes, solo la conocen los que están inmersos.

Hay un abismo entre lo apreciado a través de una pantalla y el verdadero rol protagónic­o en el deporte.

“La gente cree que es solo viajar, jugar y listo. Pero no, cada viaje es una presión constante, sufrimient­o y derrotas; no podés aflojar un solo día, no hay vacaciones, apenas un día de descanso y devuelta a darle. No hay respiro, es un trabajo", afirmó Blengino.

—Un trabajo individual y sumamente competitiv­o.

—Para mí el tenis es el deporte que más te endurece la cabeza. En un partido estás solo y pasas por todas las sensacione­s, desde sentirte vencedor, al peor del circuito, y siempre resistiend­o todo sin nadie más al lado. Jugás y perdés todas las semanas y eso hace que seas un animal de combate.

“Te bancas lo que venga, porque sino no llegás. Y aparte, en el tenis solo hay lugar para los 100 mejores, los demás no ganan plata. Y Guido tuvo una claridad mental tremenda para entender todo eso y tomar decisiones. Es un chico muy correcto, educado, honesto, que no te va a hacer ninguna maldad. Llegó a ser 20° del mundo, su carrera fue increíble”, cerró.

 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ??
ARCHIVO LA NUEVA.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina