Educación: los adultos que siguen en carrera
Un porcentaje considerable de las personas que consiguen su título secundario lo hacen en centros educativos para mayores de edad.
EL 25% de los egresados del nivel secundario en nuestra ciudad completa sus estudios en escuelas para adultos, una alternativa que atiende la voluntad de muchas personas que, por diversas circunstancias, no han podido completarlos en los años originalmente previstos para ese tramo educativo.
RESULTA POR demás interesante que se disponga de esta propuesta para todos aquellos que todavía no ha completado esa etapa de su formación, que puede ser una herramienta clave para su desarrollo personal y laboral durante el resto de su vida.
DE ACUERDO con los especialistas, mucha gente que no ha podido hacerlo tiene una percepción negativa de sí mismos, como escasa capacidad para aprender, falta de confianza y desvalorización de los propios conocimientos frente a los del prójimo.
PERO ADEMÁS estas personas no pueden recurrir a lugares tradicionales de enseñanza, ya que necesitan horarios especiales que les permitan seguir desarrollando sus tareas cotidianas, lo cual exige una respuesta adecuada en cuanto a atención, respeto y empatía por parte de compañeros y personal docente.
POR ESO estas instituciones son abiertas, flexibles y se adecuan a las situaciones emergentes del contexto y de cada estudiante.
ESTO GENERA, por consiguiente, una rica variedad de edades, con menores de 30 años y también mayores de 40.
MUCHOS DE los estudiantes buscan saldar una “cuenta pendiente”, tener mejores oportunidades laborales, poder ayudar a sus hijos con sus tareas e incluso continuar estudios superiores, mejorar sus condiciones laborales. Otros lo hacen por una simple y necesaria satisfacción personal: para poner fin a lo que perciben como una deuda consigo mismos.
NO DEJA de ser trascendente considerar que resulta excluyente que el secundario deba cumplirse sólo en determinada edad, cumpliendo horarios que a los adultos que trabajan o tienen responsabilidades familiares les es difícil, o directamente imposible, cumplir en tiempo y forma.
NO HABER completado los estudios en una etapa de sus vidas no significa que no lo puedan hacer en otra.
PARA ESO el Estado debe disponer de una respuesta adecuada y con la debida calidad.