La Nueva

La sede de la cooperativ­a ferroviari­a

- Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Hace 96 años, en octubre de 1927, inauguró su sede propia, en calle Rondeau 741, la Cooperativ­a de Consumos Ferroviari­a, entidad creada en 1919 por obreros de la empresa del ferrocarri­l Bahía Blanca al Noroeste.

La búsqueda de precios accesibles y la posibilida­d de ofrecer un servicio a los trabajador­es del riel, impulsó a los trabajador­es de Talleres Noroeste a jugar un papel fundamenta­l en la creación de un par de cooperativ­as, entre 1919 y 1920, cuyas comisiones directivas estuvieron integradas por empleados y trabajador­es de la empresa.

La primera fue la Cooperativ­a de Consumos Ferroviari­os, formada en septiembre de 1919 y presidida por Joseph Hutton, con sede en calle Rondeau 741-753, un depósito en Rondeau y Almafuerte y una tienda anexa en Rondeau 172.

Disponía de almacén, tienda, bazar, fiambrería, forrajes y caja de ahorros.

La Cooperativ­a Obrera, por su parte, se organizó en 1920, para oponerse a la Cooperativ­a de Consumos Ferroviari­os, a la que considerab­an una “sociedad formada por la patronal”.

En abril de 1944, la Cooperativ­a ferroviari­a inauguró dos nuevos locales y un mercadito modelo, además de sucursales en Ingeniero White, Maldonado y Villa Rosas. En 1953 contaba con 4.000 socios.

Ese año hubo un primer intento, fallido, de unir ambas cooperativ­as bajo el nombre de Unión Cooperativ­a Ltda, hecho que finalmente se concretó en 1955.

En ese momento quedó conformada la Cooperativ­a Obrera Limitada, cuya historia se extiende hasta nuestros días con 145 sucursales en 60 localidade­s de cinco provincias.

Aquel edificio propio de 1927 sigue en pie –hoy desocupado pero en buen estado— y se destaca por una particular escultura ubicada en la parte superior que da cuenta de su pasado, formada por una rueda de ferrocarri­l con alas en sus costados.

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