Aboga por la historia del teatro
Generosa. “Por otro lado, creo que el hecho de que fuese mujer contribuyó a que su nombre no quedase más firme, sobre todo porque estaba en la retaguardia. Y el hecho de que fuera muy severa puedo haber jugado en contra. Todos lo dicen. Pero aún así, mucha gente pudo tomar esas críticas de ella y hoy están agradecidos. Era muy dura, pero al mismo tiempo era muy generosa. Por suerte, sus alumnos nunca dejaron de mencionarla. Estaría bueno que, con tantas escuelas de actuación, se pudiera dar algo de historia del teatro”, consideró Murujosa. que forma a una gran cantidad de actores, directores y maestros que propagan su legado, revolucionando así el estilo de actuación.
—A los entrevistados se los ve muy emocionados en la película, ¿cómo transitaste ese rodaje?
Luciana Murujosa:— Fue muy interesante. Primero tuve encuentros informales y a partir de eso, generé un plan de rodaje. El montaje es tirano porque tuve que hacer una selección muy poco sencilla. Obviamente que podía hacer un rejunte de entrevistas, pero la idea era que la película mantuviese un equilibrio y una estructura. Y ese vínculo con ellos me quedó para siempre. Y al mismo tiempo que ellos se emocionaban lo hacía yo. Sin conocernos generamos un vínculo amoroso. No me sonrojo al decir que Hedy también es mi maestra en este camino hacia mi ópera prima.
—Hay un pasaje de Margarita de "Fausto" que es recurrente en Hedy. ¿Creés que hay una unión entre ella y el trágico personaje de Goethe?
—No sé si puedo responder esta pregunta en su totalidad. En un documental uno no puede contar todo. Hay partes de la vida de Hedy que yo no conté porque no había forma de que quedase orgánico. Con un conocimiento más amplio de ella, sí te puedo decir que tenía una visión romántica de la vida. Para los germanos el romanticismo es casi inherente y ella estaba atravesada por eso. Seguramente haya un relación, al final, entre ambas porque Hedy fue engañada en varios aspectos y momentos de su vida, como Margarita, y al final consigue una redención, que era la de cambiar la historia del teatro argentino y en la formación de otros actores, no sólo profesional, sino también en la vida.
“Decía que el español es una lengua hermosa, llena de vocales. Y seguramente uno no se da cuenta de esa belleza”, dijo Murujosa.