María Antonia Arnold: un paseo olvidado que comienza a lucir
Es un tramo de dos mil metros entre las rotondas de avenida Alem y la del camino de Circunvalación.
Si algo ha tenido éxito en nuestra ciudad –medido a partir de su uso y apropiación por parte de los vecinos— esos son los paseos lineales, así definidos por imponerse su longitud por sobre el ancho de tierra que ocupan.
Es el caso, entre otros, del Paseo de las Esculturas, el de la Mujer y el Paseo Urbano Juan Domingo Perón (La Carrindanga).
Por eso resulta interesante que la municipalidad poco a poco está poniendo el foco en una franja de terrero de 80 metros de ancho –promedio—y un recorrido de cerca de 2 mil metros, siguiendo la traza de la ex ruta 33, rebautizada con el nombre de José Hernández, tramo que en 2008 pasó a jurisdicción municipal, entre su intersección con las rotondas de avenida Alem y la del camino de Circunvalación.
Por ordenanza promulgada por el Concejo Deliberante en octubre de 2015, ese espacio tomó el nombre de “Paseo María Antonia Arnold”, aunque desde entonces sólo ha habido intervenciones aisladas, sin que el lugar se consolide y sea reconocido incluso por los propios vecinos del sector.
Tomás Marisco, secretario de Gestión Urbana del municipio, señaló a La Nueva.
que a la fecha se realizaron algunas obras a la altura del barrio Pahiuén, aunque su concreción está atada a la disponibilidad de fondos y también a una situación de prioridades.
“Ahora pusimos en marcha una obra millonaria en el sector, buscando mejorar la seguridad vial”, señaló.
La referencia es al ensanche que se realiza en el camino, entre Witcomb y
Hugony, con la construcción de tres dársenas para mejorar la seguridad el acceso a diferentes calles.
“El aumento del tránsito y el crecimiento de los barrios aledaños a la ex ruta 33, ha aumentado la cantidad de conflictos entre el tráfico local y el de los pasantes. Eso exige medidas para permitir las maniobras de giros de ingreso y egreso a calles Alvear, Witcomb y La Falda”, detalló Marisco.
En cuanto al paseo propiamente dicho, en su momento se dieron a conocer lineamientos generales del diseño, el cual básicamente es muy similar al existente en calle Cuyo, es decir el trazado de un sendero central para uso peatonal y de bicicletas, un equipamiento de bancos e iluminación, forestación y distintas propuestas a lo largo del recorrido.
El paseo resultará muy beneficioso para un sector que ha crecido muchísimo en los últimos años y tiene la necesidad de disponer de espacios recreativos, que además están pensados para potenciar el movimiento comercial, siguiendo la tónica de generar “micro centros”, donde los vecinos puedan resolver sus necesidades de consumo y trámites con una proximidad adecuada.
El nombre
María Antonia Arnold fue una maestra que se desempeñó en nuestra ciudad, egresada en 1898 con ese título en la Escuela Normal Mixta de San Nicolás. Se radicó en Bahía Blanca en 1910, luego de haber trabajado en la escuela Juan Bautista Alberdi de la localidad de Carhué.
Un hecho particular se destacaba en su formación docente, el de haber tenido en su preparación a algunas de las denominadas “maestras de Sarmiento”, un grupo de docentes contratadas por Domingo Faustino Sarmiento en Estados Unidos, por considerar que ese país tenía “un modelo de educación para erradicar una niñez de “pata a suelo”.
A partir de 1869 empezaron a llegar estas maestras, que hasta 1898 sumaron 75. Algunas aceptaron el ofrecimiento por un espíritu de aventura; otras para llevar a cabo un trabajo distinto ó animadas por ayudar a los menos favorecidos.
Mary Grahan, que trabajó en San Juan; Jeanette Stevens, que lo hizo en Jujuy; y Annete Haven, que se afincó en La Rioja, son algunos de los nombres de estas mujeres.
Además de su sólida formación, estas mujeres aportaron ideas completamente novedosas. Por caso la importancia de la actividad física y el contacto con la naturaleza, el valor de la discusión en clase y el respeto por el bagaje cultural de cada alumno.
Además, estuvieron a favor de la eliminación de los castigos y de un trato amable y fluido con los estudiantes.
De allí entonces también el prestigio de María Antonia Arnold, quien se desempeñó como maestra y luego directora de la Escuela Nacional Nº 6.
Otro dato de color sobre Arnold, el cual es difícil de verificar pero que se menciona en algunas publicaciones, es que era sobrina nieta del Almirante Guillermo Brown, héroe de nuestra historia, comandante de las fuerzas navales argentinas durante la Guerra de la Independencia.
Casada con Lorenzo del Valle y madre de cuatro hijos, María Antonia Arnold falleció el 14 de septiembre de 1934, a sus 64 años de edad.
“Enorme pesar ha causado la desaparición de quien tanto trabajó por la instrucción pública, siendo una prestigiosa educacionista cuya labor merecía el respeto y conocimiento de todos”, señaló este diario. Sus restos fueron velados en su vivienda de Villa Nocito.
"Pusimos en marcha una obra millonaria, buscando mejorar tanto la seguridad vial del sector como la del paseo”.