Diez años después: la justicia que no queremos
Se cumple una década del incendio que dejó al Centro de Contención “Valentín Vergara” inutilizable. La respuesta a esta situación no llega.
UN VIEJO dicho popular asegura que “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”.
LA FRASE sin dudas podría adecuarse también a que un segundo lugar de atención es La Plata, donde demasiadas veces organismos con sede en esa ciudad olvidan o postergan la realización de obras en ciudades mal llamadas “del interior”.
NO SE entiende de otro modo que en diez años la provincia no haya resuelto la falta de un inmueble que permita poner nuevamente en funcionamiento al Centro de Contención “Valentín Vergara”, que funcionara en Almafuerte 737 de Bahía Blanca, hasta que un incendio destruyó sus instalaciones hasta volverlas inutilizables.
LA PROPIA página del ministerio público menciona que el lugar tenía capacidad para 15 menores con situaciones judiciales o penales pendientes, y detalla que en la actualidad estas personas deben ser derivadas a los centros de Azul o La Plata.
ES DECIR que oficialmente se tiene conocimiento de la situación aunque en los hechos la falta de este instituto no está en la agenda ni del ministerio ni de ningún legislador, ya que todos los consultados se excusan de responder sobre la situación del lugar o sobre posibles soluciones a esta carencia.
LOS JUECES relacionados con el tratamiento de las causas judiciales de menores señalan lo preocupante de la situación, con los menores paradójicamente atravesando situaciones peores que las que atraviesan los adultos a la hora de su alojamiento en un establecimiento penal.
PORQUE, AL ser derivados a lugares alejados de su residencia, pierden el contacto con su familia, no pueden continuar sus estudios, mantener su trabajo ni seguir tratamientos en caso de adicciones.
EN DIEZ años la Provincia no ha resuelto la cuestión y ni siquiera lo tiene en carpeta.
YA SEA construir nuevas instalaciones o alquilar alguna propiedad, asumiendo la trascendencia que estos sitios cumplen con menores que merecen la oportunidad de reinsertarse a la sociedad, se impone la disposición de medidas concretas para solucionar un problema que ya tiene muchos años sin que se avizore siquiera una solución a mediano plazo.