El Retiro: un chalé histórico penosamente condenado al olvido
Ubicado en Villa Harding Green, fue utilizado hasta el año pasado por la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
La vivienda se ve, desde afuera, en estado regular. A la vista al menos, desde la calle. Sin embargo es un engaño.
La referencia es a uno de los cuatro chalés construidos a principios del siglo XX y que tanto caracterizan a Villa Harding Green. Se trata acaso del más sencillo de todos desde el punto de vista del diseño y es el único que es propiedad del municipio.
El amarillo desgastado de sus paredes exteriores, el verde en sus ventanas y el marrón de sus molduras le aportan cierta estética al edificio, que se impone el medio del generoso lote que ocupa, organizado en dos pisos y con una terraza mirador.
Sin embargo su realidad es penosa. Sin mantenimiento, usadas sus instalaciones de manera esporádica por los integrantes del Programa de Responsabilidad Social Compartida Envión, la casona se mantiene cerrada desde hace al menos dos años, dado “el estado lamentable de su interior”.
A Letizia Tamborindeguy, actual subsecretaria del área de Niñez, Adolescencia y Familia del municipio, le correspondió, en funciones anteriormente, ser responsable del programa Envión que se desarrollaba en el lugar. Ella da cuenta del actual estado de situación.
“El Castillo es un lugar emblemático para nosotros, donde trabajamos siempre con adolescentes dentro del programa asistencial. Era un espacio donde había mucho movimiento de personas. Lamentablemente, tenía algunas complicaciones edilicias y luego de realizarse algunas inspecciones por parte de profesionales nos informaron que no era conveniente seguir usándolos por el riesgo que implicaba, así que lo desalojamos y desde entonces está desocupado”, detalló.
La funcionaria mencionó que siempre está presente “la idea de recuperarlo”, aunque reconoce que es una obra delicada y con ciertas complicaciones burocráticas por ser un inmueble de valor patrimonial, incluido desde 1992 en el inventario de bienes a preservar del municipio, y considerado Bien de Interés Histórico Provincial en 2000.
Esta última declaración debiera jugarle a favor a la hora de gestionar recursos, ya que la ley que lo ubicó en esa categoría exige “respetar su conservación y preservación” a partir de la participación provincial en
“la puesta en marcha de asistencia técnica, restauración, reutilización y refuncionalización” del inmueble.
Por otra parte, existe un proyecto de ordenanza elaborado por la edil Lucía Martínez Zara (Frente para Todos) presentado en junio último, planteando la creación de un “programa de mantenimiento, reparación, puesta en valor y ampliación de instituciones municipales que contribuyen a reducir las desigualdades en las infancias, adolescencias y juventudes”, de manera de “garantizar su buen estado y reducir las desigualdades en las infancias, adolescencias y juventudes”.
Entre esos inmuebles se encuentra incluido el Castillito de Harding Green.
“En 2014 pusimos en valor y ampliaron 6 de los 7 jardines municipales, se avanzó en la construcción de un edificio mamás cuidadoras, la puesta en valor de casa del niño y casa de abrigo. Después hubo cambio de gestión y no se continuó con esa obra que estaba incorporada en el presupuesto”, señaló Martínez Zara.