El inesperado viaje de una escritora de la región a Japón
Diana Arias fue invitada por la embajada argentina a presentar una de sus historias de amor en tierras niponas.
La historia cuenta que Shizuko Owaki y Shigejiro Kosaka escaparon de Japón poco tiempo después del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki: viajaron hacia la Argentina buscando un nuevo horizonte y un reinicio para su joven familia. Ese mismo trayecto, pero en sentido contrario, fue el que realizó la escritora de Oriente, Diana Arias, hacia la isla del imperio del Sol Naciente.
No fue para nada una casualidad, ni debió hacerlo -como hace casi 80 años se vieron obligados Shizuko y Shigejiro- para comenzar de nuevo; todo lo contrario. Hace no mucho tiempo, la periodista había rescatado la historia de esta pareja y la había plasmado en el primero de sus libros, Amores Inmigrantes.
Esta visita, que comenzó a principios de mes, se dio en el marco de la celebración de los 125 años de la relación bilateral entre nuestro país y Japón. La embajada argentina en aquel lugar está llevando a cabo distintas actividades culturales y deportivas para conmemorar el aniversario.
Ahí, justamente, estuvieron Diana y sus historias.
La excusa para que ella y su familia recorrieran medio globo fue, ni más ni menos, una de ellas: el relato de Shizuko y Shigejiro, quienes escapando de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial forjaron a fuego su amor, antes de viajar a nuestro país buscando nuevas oportunidades.
“En el marco de estos 125 años, y del trabajo que oportunamente realicé con el presidente del Jardín Japonés, Kazunori Kosaka, fui invitada para conocer el país y la cultura, y también presentar ante un auditorio la historia de la pareja japonesa, antes de que viajasen a Argentina”, contó la escritora.
La ponencia se llevó a cabo a principios de esta semana, en la embajada argentina en Tokio. Una historia de resiliencia, fortaleza y amor: desde Japón a la Argentina, se tituló. Entre las actividades estaban también incluidos el tango y un festival folklórico, además de la literatura.
“Ser parte de la celebración de la amistad entre Argentina y Japón con mi proyecto literario es un orgullo –comentó Diana-. La literatura refleja la cultura y las historias de un país, y tener la oportunidad de hacerlo en un lugar tan lejano y diferente fue realmente especial. Me causa muchísimo placer formar parte y representar de alguna manera a nuestro país en este evento”.
Por si fuera poco, su participación también le abrió las puertas a un nuevo tipo de emprendimiento cultural a partir de sus relatos.
“Hay mucho interés de una productora teatral que trabaja en Japón -y que le gustó lo que hago-, de narrar mis historias de inmigrantes, particularmente la japonesa. También me llegaron propuestas para