Impulsan que las energías renovables sean el fruto de una política de Estado
La Cámara que agrupa al sector aludió a la necesidad de una planificación que asegure la continuidad de las inversiones de cara a la transición energética mundial.
La Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) elaboró un punteo con propuestas para desarrollar las energías renovables en Argentina como Política de Estado en el marco de la Transición Energética, con el objetivo de que todas las fuerzas políticas del país, tanto del oficialismo como de la oposición, tomen a consideración para la planificación de la matriz energética en los próximos años.
Desde la implementación del marco regulatorio establecido por la Ley 27.191 en 2015 y la Ley 27.424 en 2016, las energías renovables han demostrado su capacidad para contribuir a la transición energética que requiere transitar el país.
Según la entidad, el nivel de competitividad que están alcanzando las fuentes renovables ofrece una solución para construir una nueva matriz energética nacional que cumpla con los objetivos de seguridad, equidad, generación de empleo local y mitigación climática.
“El rol de planificación del sector público resulta clave para traducir los objetivos nacionales en una hoja de ruta que asegure la continuidad de las inversiones, posibilitando el desarrollo industrial del país y la creación de empleo de calidad en todo el país.
“Según UNEP (programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) las renovables en Argentina no sólo reducen más las emisiones comparándolas con la generación de cualquier otro tipo, sino que son más baratas, reducen 31.000 millones de USD, y generan más empleo local, estimado en 133.000 nuevos empleos vs. sólo 13.000 empleos por inversiones en generación de energía tradicional”.
Por lo tanto, según Cader, la discusión debería ser cómo se financian tecnologías capital-intensivas y no si son más caras o más baratas, ya que ha quedado demostrado que son más eficientes.
Además, la mencionada hoja de ruta permitiría acceder al financiamiento internacional climático, que aparece como la forma más realista de atraer financiamiento de infraestructura, accesible en los términos que demanda nuestra economía, para crecer competitivamente y de forma sostenible.
“Las energías renovables tienen una contribución significativa a los objetivos de descentralización, diversificación, digitalización, democratización y descarbonización de la matriz energética argentina”.
El objetivo de consumo eléctrico de fuentes renovables a 2025 está alineado al cumplimiento de la meta de reducción de emisiones
GEI comprometida por el país en su “NDC” (National Determined Contribution).
“A fin de cumplir los objetivos que plantea la Ley 27.191 para alcanzar un 20% de la matriz eléctrica en 2025 conformada por energías renovables, es necesario adoptar una política de Estado de mediano y largo plazo, así como asegurar condiciones macroeconómicas estables, que permitan generar las condiciones necesarias para la financiación de los proyectos renovables y la expansión del sistema de transmisión de electricidad en alta tensión, que constituyen premisas necesarias para el desarrollo del sector.
“En este sentido –continuó Cader--, el horizonte de los objetivos de la Ley 27.191 debería ser extendido a una cuota de, al menos, 30% a 2030 a fin de asegurar un sendero de transición en cumplimiento con el Acuerdo de París y, en línea con la reciente publicación del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación. Esto sería especialmente relevante para dar señales de mediano plazo para la toma de decisiones de inversión en el sector”.
A su entender, la evaluación de la competitividad de las tecnologías de generación requiere la consideración de las externalidades tanto negativas como positivas, que no se encuentran hoy día adecuadamente incorporadas a los precios de la energía.
“Las tecnologías renovables han logrado una reducción de costos que las convierte en una solución competitiva (más aún a partir de la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania) para apoyar los objetivos de seguridad, equidad y mitigación climática de la matriz energética nacional, pero la incorporación de las externalidades sinceraría que su competitividad es aún mayor.
“Resulta necesario impulsar la generación distribuida mediante el incentivo a las provincias para que adhieran a la ley federal las que aún no lo han hecho. Establecer las condiciones que posibiliten catalizar el proceso para recorrer la senda de nuestro vecino Brasil, que hoy tiene un mercado interno de alrededor 1.000 veces en tamaño respecto del nuestro, generando empleo pyme y desarrollo regional utilizando la capacidad de las redes de distribución existentes y reduciendo las pérdidas por transporte a la vez que genera conductas virtuosas en el usuario que tiende a racionalizar su demanda"
Cader dijo que el nivel de competitividad de las renovables ofrece una solución para construir una nueva matriz energética.