Tensa calma entre los trabajadores y el Ejecutivo de Puan
La conciliación obligatoria suspendió el paro, pero aún están muy lejos de llegar a un acuerdo por los sueldos.
Los trabajadores municipales de Puan volvieron esta semana a sus puestos de trabajo, aunque la relación con el intendente Facundo Castelli atraviesa uno de sus peores momentos debido a la enorme diferencia que hay entre el aumento que reclaman los gremios y el que ofreció el titular del Ejecutivo.
Esta semana se desarrolló una nueva audiencia de conciliación en la sede del ministerio de Trabajo bonaerense en Coronel Suárez y, como no hubo acuerdo entre las partes, el jefe comunal solicitó abrir el período de conciliación obligatoria.
La medida estipula que los trabajadores debían volver a sus tareas habituales, lo que se cumplió el último miércoles. A partir de allí, se abrió una período de 15 días hábiles (con opción a 5 más) en el que los sindicatos SOEM y Fesimubo deberán agotar las instancias de negociación con el intendente antes de disponer otras medidas de fuerza.
Lo curioso del conflicto, en este aspecto, es que el período de conciliación vencerá en la última semana de este mes, apenas unos 10 o 12 días antes de que Castelli deje el Ejecutivo y asuma el intendente electo Diego Reyes.
"Quizás el próximo intendente deba asumir con un paro de municipales en marcha -deslizó días atrás la titular del gremio Fesimubo,
Nelba Juárez-. Sin embargo, por ahora no vamos a hablar con él (Diego Reyes) porque el intendente actual es Facundo Castelli".
"Nosotros con el intendente entrante vamos a tratar cuando asuma su gestión. Hasta diciembre quien esta al mando es Facundo Castelli", aclaró.
Por ahora la diferencia entre lo que reclaman los gremios y el aumento propuesto por el Ejecutivo es inmensa: 45%. Y no se ha reducido desde la primera reunión paritaria, ocurrida a fines de octubre.
"Se nos ofreció el vergonzoso porcentaje de 0,5% de aumento a cobrar a fin de mes en curso (octubre). Dicho porcentaje se traduce, en el sueldo de un ingresante, a la suma de $ 900, que sometidos a los descuentos de ley terminarían siendo de $ 560 aproximadamente", se quejó el gremio tras aquella reunión inicial.
Como complemento, el Ejecutivo ofreció un 4,5% más para noviembre, a fin de llegar a un total del 5%.
Tras calificar esa oferta como "ofensiva" e "indigna", y ante la negativa del Ejecutivo a abrir la discusión paritaria, los trabajadores iniciaron un paro de actividades con permanencia en los puestos de trabajo y atención únicamente de las áreas críticas.
Luego de que se dictara la conciliación obligatoria la medida de fuerza fue suspendida, aunque las partes siguen sin hallar puntos de acuerdo y la tensión sigue en aumento.