Crecen los plazos fijos en pesos tras las elecciones
Agencia NA
El economista, Guillermo Calvo, alertó sobre una serie de riesgos a los que se expone la economía argentina en caso de habilitar el uso del dólar como moneda de transacción doméstica y remarcó que algunos modelos de países exitosos que adoptaron esta medida se basaron en una hiperinflación previa que licuó los desequilibrios estructurales.
“Tal vez si vamos muy rápido a hacer que el dólar pueda funcionar como liquidez transaccional podríamos estar acelerando un problema que no es bueno, no es bueno para nada”, afirmó Calvo.
El economista habló en la Conferencia Anual 2023 de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) que se realizó en la Bolsa de Comercio
"Podríamos estar acelerando un problema que no es bueno, no es bueno para nada”, afirmó Calvo.
de la Ciudad de Buenos Aires a mediados de esta semana.
Según Calvo el bimonetarismo con el dólar como moneda transaccional puede provocar “una corrida contra el peso” y en consecuencia que “reduzca la recaudación del impuesto inflacionario”.
Además consideró que “puede provocar más inflación, empeorando la distribución del ingreso, dado que los más pobres son los más intensivos en el uso del peso”.
A esto sumo la posibilidad de que “si el agujero fiscal es mayor que lo que se puede recaudar con el impuesto inflacionario, la hiperinflación no se puede descartar”.
Calvo basó buena parte de su exposición en remarcar qué significa que el dólar tenga características transaccionales.
“Todos sabemos que el dólar es líquido en la Argentina, nadie lo va a cuestionar. Pero yo no puedo ir al supermercado fácilmente y pagar con dólares. Y eso puede ser una gran diferencia. Cuando discutimos el tema con economistas me dicen no te preocupes, acá el dólar es un bien líquido, no hay nada que discutir”, explicó.
“Cuando yo estoy viviendo con esta inflación en la Argentina y viene alguien a un boliche y me paga con pesos tengo que salir corriendo a cambiarlo por dólares. Eso tiene costos transaccionales. Entonces, claro, si yo permito hacer las transacciones en dólares, la preferencia va a ir hacia el dólar. Esa es mi preocupación”, remarcó.
Calvo añadió que “si lo hago transaccional, bimonetarismo, una situación en la que el peso y el dólar tienen capacidad de ser útiles para hacer transacciones es diferente. Por el momento no parece ser el caso en la Argentina. Para algunas cosas si, departamentos o autos, pero ir al supermercado requiere el peso”.
“¿Y por qué es eso importante? –continuó- porque un tema importante para la Argentina es el salario real y entonces los precios en el supermercado en el día a día son más importantes que los de un Mercedes Benz”.
Calvo utilizó como ejemplo a Perú y Venezuela para graficar las diferencias con la Argentina.
“Perú ya había tenido una hiperinflación en los ‘90 y con la híper muchas de esas cosas se limpiaron y no hay que preocuparse. En Venezuela también ahora se puede usar el dólar, pero antes tuvieron la inflación más alta del mundo, que destruyó la moneda local".
Los plazos fijos en pesos volvieron a crecer en las últimas semanas, tras el desarme mostrado en los días previos a las elecciones generales, por el temor devaluatorio y la búsqueda de una cobertura en dólares.
Los datos del sistema financiero recopilados por el Banco Central (BCRA) reflejaban esta situación aportando que desde fines de septiembre hasta el viernes previo a los comicios, los plazos fijos del sector privado habían caído un 9,6% nominal.
En contraposición, desde el lunes 23 de octubre -un día después de las eleccioneshasta fin de mes, se recuperaron 6,4%.
La caída que se registraron en los plazos fijos durante buena parte de octubre se dio a pesar del aumento que el BCRA dispuso en su rendimiento a mediados de mes, de 118% a 133% nominal anual.