El “Flaco” Escobar les pasó la escoba a las convocatorias de los seleccionados
El jugador nacido en Sancti Spiritu tiene un recorrido brillante con cinco torneos Argentinos de bochas en su palmarés.
Me faltaba el de parejas, lo teníamos agarrado de los pelos. Pero un error nuestro, porque no tuvimos en cuenta el tiempo y jugamos mal el bochín en esa mano decisiva, nos dejó sin nada. Habíamos jugado un gran torneo y un gran partido final... Una lástima".
Danilo Delfín Escobar, el "Flaco" para los amigos, sabe que a los 63 años su prioridad es otra. Ya no piensa en los viajes desgastantes para darse el gusto de ser campeón argentino; siente que logró todo lo que se propuso y que la vida le regaló más de lo esperado.
"No quiero saber más nada. Hay muchos jugadores jóvenes en Bahía que juegan
“muy bien. Estoy bien físicamente, bien desde lo emocional, pero a la Selección ya le he dado todo", señaló el jugador nacido en Sancti Spiritu, un pueblito santafesino de 5 mil habitantes.
"Arranqué de grande como jugador de selección, porque de entrada, estando en Arrecifes y Venado Tuerto, había campeonatos especiales muy importantes y los dueños de los clubes querían que jugara ahí. Había buenos premios; hasta por autos se jugaba. En los torneos argentinos figurás porque representás a una provincia, pero económicamente, nos son redituables", subrayó.
Escobar coronó jugando para Provincia de Buenos Aires y para Santa Fe.
"Una final individual le gané a Zapata; jugaba para Coronel Pringles. Y en tercetos gané el último en 2019, en Suardi, con Raúl Basualdo y Daniel Vitozzi. También he ganado provinciales, incluso de parejas, pero faltaba la frutilla del postre. De todas manera siempre me tocó jugar bien, hemos ganado y perdido finales por detalles, como el último fin de semana ante Córdoba. --¿Estás con bronca? --Sí. No nos percatamos del tiempo, era jugar por la canaleta y cubrirnos. Me sentí mal, porque lo hice propio al error. Veníamos jugando bien, parejitos. Ellos tuvieron que cambiar el puntero, ligaron en los rebotes en un par de manos y también con las bochas partidas, porque teníamos el tanto nosotros y al sacar la bocha afuera los favoreció. Quedaba sobrebocha 2-1 y me tocó ir a arrimar. Son detalles de un partido parejo. No era para nosotros", dijo Escobar, quien cumplió 63 años en marzo y dijo que seguirá firme en Barrio Hospital.
--¿Tu carrera se termina en Bahía?
--Sí, no me muevo más. Mi hija compró su casa al lado de la mía. Tengo 3 nietos, dos de ellos (Teo y Milo) juegan al básquetbol y el más chico (Amadeo), hijo de Roberto, anda con las bochitas por todos lados.
--A ese le tenés fe.
“En las bochas he cosechado amistad, más allá de la rivalidad o la camiseta. Todas las casacas las he vestido con orgullo”, dijo Escobar.
--Jajaja. Puede ser, le gusta porque el padre lo lleva a la cancha y va con sus bochas contento. Si puede mandarse, o se lo permiten, entra a tirar.
--Así como lo hiciste vos alguna vez.
--Esa infancia tan feliz de no ver la hora de agarrar una bocha. Como federado arranqué en el club Social de Amenabar, cuando tenía 16 años. En es zona había un nivel terrible de jugadores. Nos poníamos contentos cuando ganábamos un partido.
--Tuviste muchos compañeros como Fabián (Tolosa) en tu carrera.
--Sí, muchos. Con Fabián habíamos jugado en Independiente (junto a Bardelli) y en Pringles. Es un pibe espectacular, que jugó un gran torneo.
--¿Qué edad tenías cuando te dedicaste de firme?
--32 años. Antes lo hacía por amor al club, sin pagar inscripciones y sin premios. Lo que sí había eran apuestas y nosotros viajábamos a los lugares que nos mandaban. A los 33 me buscó el club Matienzo de Alberdi y de ahí no paré nunca más. El presidente de ese club era Gastón Perkins, el corredor de autos.
--¿Los galgos también están retirados?
--Sí, jajaja. Están viejos. El de 17 años me mira como diciendo: "ya está..., para vos también". Y la galga, que tiene 10 años, es una mascota fiel. Antes corrían, pero cumplieron su ciclo.
Por su parte, el viedmense Fabián Tolosa jugó su primer torneo Argentino para Bahía Blanca.
"La campaña fue muy buena; uno aspira a más, pero no es fácil ser subcampeón entre tantas figuras. Nos quedó un sabor amargo porque estuvimos ahí, arañando el título", afirmó Tolosa.
"No se habló nada con Olimpia. Estaré en Río Negro, en contacto con la gente del club; pero al igual que Rubén (Trellini), quien me convocó, debo agradecer. Sentí una gran alegría, tener este nivel de compañeros y vestir la casaca de Bahía es maravilloso; un grupo muy bueno y competitivo", dijo el jugador formado en Círculo Católico y Obrero.
"El aguante de mi señora Claudia y mis hijos Luciano, que estuvo en todo el torneo, y Martina.
"Sin ellos todo esto no sería posible. Viajar a Bahía demanda tiempo y mucho desgaste. Daniel Adasus me brinda hospedaje, me hacen sentir uno más", finalizó Tolosa.