Un puente que es paso, escultura y espacio para eventos
Hace tiempo que los puentes dejaron de ser meras estructuras de ingeniería para convertirse en paseos urbanos, sitios de encuentro y un aporte escultórico que potencia el lugar.
o es ya novedad que los puentes han dejado de ser exclusivos elementos estructurales funcionales para servir además como una propuesta escultural urbana y un espacio de uso y estar.
Es el caso del puente Haixin, proyectado por Architectural Design, en Cantón, China, que permite el cruce del río de las Perlas, conectando el Parque de la Isla
NErsha con la Torre Cantón.
La ciudad necesitaba un puente peatonal y a la vez un espacio público que relacionase esas dos partes. La obra potencia la trama urbana y genera una vista panorámica del río.
El proyecto presenta una forma curva y fluida y no sólo servirá para la conectividad sino que proporcionará un espacio para eventos culturales, festivales y conciertos.
La formalización de la obra está enlazada con la cultura de la región ya que se inspira en dos de sus motivos culturales: la manga de agua y el antiguo Qin. A su vez el paisajismo lo hace en el mercado de flores acuáticas, generando masas de flores para separar el espacio este y oeste de la plataforma a distinta altura.
La introducción de flores crea una separación física en la plataforma y mejora su funcionalidad, generando un espacio urbano dinámico, vibrante y atractivo.
El tramo principal es de 198 metros y tiene un arco de 56 metros inclinado 10 grados hacia el este. La planta es la resultante de tres círculos tangentes y los alzados de arcos parabólicos.
Los pasamanos son de madera, dispone de una superficie no reflectante para evitar el deslumbramiento, esquinas redondeadas para evitar colisiones.
La plataforma está conectada con la pasarela peatonal en ambos lados mediante una pendiente.
El sistema estructural comprende un arco inclinado con una viga cajón, lo que proporciona estabilidad estructural y un uso eficiente de los materiales. La inclinación de 10 grados maximiza la altura libre y la estructura evita obstruir la vista del río Perla.
Más allá de su funcionalidad, el puente se ha convertido en un espacio público, un conector vital y un testimonio de cómo el diseño mejora las comunidades urbanas.