La fe de Gabino Bellegia es como la de los hinchas: por eso le agradece a Dios
El referente de Bella Vista tuvo un año complicado por una lesión de rodilla. Pero se recuperó y la rompió en la final.
orrió hasta el alambrado, se trepó unos centímetros y se abrazó con todos los hinchas que pudo. Fueron apenas segundos de emociones compartidas tras la obtención del torneo Clausura, en el El Fortín.
El lazo entre Gabino Bellegia y los hinchas de Bella Vista se fue fortaleciendo con el correr de los años. Aquel pibe que llegó con el bolsito bajo el brazo desde
Csu Carhué natal y fue parte del plantel campeón del Apertura 2016, aunque no tuvo la oportunidad de jugar, sentía que se debía una alegría así con su gente.
“Fue un desahogo. Nunca me había tocado convertir un gol en una final jugando para Bella Vista y, encima, después también metí el penal en la serie. Sentía que lo necesitaba, porque son partidos que te marcan, son especiales”, afirmó “Gabo".
--Tuviste que atravesar un momento duro en el torneo anterior.
--Fue un año muy difícil. Después del partido con Tiro, en la tercera fecha del Apertura, mis sueños se habían apagado. El esfuerzo, la voluntad y la ayuda externa me hicieron cambiar esa postura y luego de una gran recuperación, que sinceramente me costó mucho, pude aportar mi granito de arena.
--Al menos zafaste del quirófano.
--Se rompió el ligamento posterior de la rodilla, la recuperación era larga, pero no me operé. Sí mucho fortalecimiento muscular con gimnasio, kinesiología y todo lo que demanda una buena rehabilitación. Fue clave el trabajo de Fabio Pontet y, en especial, de Diego Martínez. Me llevaron a una recuperación total, con una gran capacidad para hacerme sentir bien.
--¿Cuándo te diste cuenta que podías?
--En el inicio del Clausura, cuando empecé a tener minutos en cancha. Fui recuperando ritmo, empecé a sentirme bien y llega este momento de felicidad, con una fortaleza tremenda para afrontar las finales.
“Hoy tengo 29 años y si bien la fuerza no es la misma que a los 18, cuando estaba dando mis primeros pasos entre los grandes, siento que es duro competir contra chicos muy jóvenes que físicamente vuelan. Pero pude sobreponerme y también tengo mis virtudes para hacer diferencias”, señaló.
--Igual, a esta altura no tenés que demostrar nada.
--No, porque en el club me quieren. Pero en el segundo partido ante Huracán sentí que pude colaborar con el equipo y después entendí que valió la pena el esfuerzo, el sacrificio.
--¿Por qué el festejo mirando al cielo con los brazos levantados?
--Lo grité con euforia y luego elevé mis manos al cielo porque siempre le pido a Dios para que me ayude en todo. Y lo hace, está conmigo en los momentos buenos y en los malos, como en este 2023 donde viví con tristeza. Los tiempos de Dios son perfectos, era un desafío pasar por esa lesión para poder, ahora, disfrutar. Soy seguidor de Jesús desde 2010, cuando llegué a Bahía. Asisto a una iglesia en Aldea Romana. Más allá de los errores que cometo como ser humano, trato de superarme día a día, de ayudar con una palabra de aliento.
--¿Cómo llegás a Bella Vista?
--Fui a un entrenamiento de la quinta dirigida por el “Negro” Ancán. Me preguntó de qué jugaba y le dije de delantero. Como ya tenía los puestos ocupados me respondió que necesitaba un “8”. Y empecé, aunque siempre me costó el carril, tengo la tendencia ser delantero.
--Correa te utiliza en varias posiciones.
--Si, Daniel la tiene clara. En una cancha como Villa Mitre hay que correr mucho y por eso los cambios posicionales son importantes. Por momentos estaba agotado.
--Encima, Der te dio una linda murra.
--Uff. El martes no podía caminar (risas). Me la paso a masajes, pero el muslo se resiste. Fue como una paralítica.
--Vienen remando de atrás, no había margen para el error en los dos partidos contra el Globo.
--Pero en el fondo estábamos mentalizados en que se podía dar. Huracán tenía una ventaja de dos partidos y una final, y si bien sabíamos que corríamos de atrás nos propusimos ir superando los obstáculos uno por uno.
--¿Cómo se logró?
--Con unión. La mayoría somos jugadores del club, sentimos la camiseta. La desventaja era el primer partido en el “Bule”, pero lo estiramos hasta los penales y pasamos. Ya en cancha neutral teníamos una motivación extra. Volvimos a ganar y ahora estamos en igualdad de condiciones. No tenemos tiempo para disfrutar, esto será así hasta que se termine todo.
--¿Te bancás otra serie de penales?
--En el historial corríamos en desventaja porque en los penales nunca nos iba bien. Ahora llevamos una rachita linda, estamos motivados y si se define por penales habrá que ser preciso.