La Nueva

El “Gringo” Giuliani te la devolvía de chilena, pero la vista le jugó una mala pasada

Gran gran zaguero central de Liniers en la década del '70. “Jugué con desprendim­iento de retina; no veía nada”, contó.

- Javier Oscar Schwab jschwab@lanueva.com

asan los años y Orlando José Giuliani sigue marcando presencia en el área. Su juego lo llevó a ser uno de los defensores más destacados de la Liga del Sur en la década del ’70. El “Gringo”, como lo realzan en Liniers, y en los sitios donde lo conocen, supo ganarse el cariño de la gente con actuacione­s memorables vistiendo la casaca N° 2 y de ahí que él atesore lindos recuerdos entre sus más de cien partidos disputados en Primera división.

En realidad fueron 108 y no logró superar esa cifra porque un desprendim­iento de retina le marcó la cancha.

“Para mí el fútbol y el básquetbol eran pasiones. Llegué a Liniers cuando tenía 11 años de la mano de Jorge Severini, quien es de Río Colorado, al igual que yo”, dijo Giuliani.

Orlando fue un excepciona­l zaguero, dueño de un espectacul­ar doble ritmo para el salto, que servía para contrarres­tar el juego de los delanteros rivales.

“Saltaba mucho… Pero tenía la virtud de jugar al básquetbol, eso me daba un plus con el tiempo y la distancia. He sacado pelotas hasta de media chilena”, contó Giuliani.

Una de esas acciones que menciona el “Gringo” fue retractada (ver aparte) por el recordado fotógrafo de “La Nueva Provincia”, Néstor “Nino” Malaspina.

“A ese salto fui decidido y le saqué el balón de la cabeza a Luis Díaz, que jugaba en Olimpo. Me encantaba hacer chilenas, más de uno me carga siempre.

“Daniel Allende había ido a jugar a China como integrante del selecciona­do juvenil de básquetbol de

PArgentina y trajo una filmadora. Desde la tribuna de Liniers me filmó una chilena contra Pacífico de Cabildo. La pelota había agarrado una altura bárba- ra, la esperé y le metí chilena. Daniel la tiene, me la había pasado, pero perdí ese teléfono y me olvidé

--Llegaste a los 11 y jamás vestiste otra casaca.

--Jugué hasta los 30, no tenía necesidad de cambiar de club. Debuté en un par de partidos en 1968 donde tuve que reemplazar a Jorge Forchino y me tocó marcar a Barrado, de Olimpo, aunque era un preparator­io y oficialmen­te lo hice un año después. En ese entonces nos guiábamos por la estadístic­a de Arnaldo Castelli.

“En mi trayectori­a falté dos años por una operación de retina y luego volví, aunque no por mucho tiempo porque me había entrado el miedo”, contó.

--Paso a paso, ¿primero el básquetbol?

--Jugaba al básquetbol en Argentino los domingos por la mañana y, después, iba para jugar en la sexta y séptima de Liniers al fútbol. Me llevaba mi viejo en su camioneta y me esperaba. Unos años después ya hacía todo en Liniers, incluyendo el básquetbol.

--¿Cómo te fue en menores?

--Fuimos campeones en quinta del torneo Competenci­a y del Oficial. Jugamos las finales con Pacífico, que tenía muy buen equipo. De esa quinta, junto con Guidini y Lorenzetti, los tres subimos a primera. Todavía cursaba el secundario, tenía 18 años y me dijeron si quería debutar en Primera. Ni lo pensé, falté al colegio (risas)”, contó.

--¿Quiénes eran tus compañeros en Liniers?

--Jorge Manghi, Jorge Severini y Horacio Giordano, que jugaba de 8. El que me hace debutar fue Horacio Kaddour, quien dirigía por primera vez porque todavía no estaba el curso de técnico. Yo jugaba de “4”, pero lo encaré y le dije: “Quiero jugar de ‘2’”. Y como tenía un físico grande, me puso en ese puesto y no lo dejé más.

--¿Cómo estuvo marcada tu etapa en Primera?

--Nos fuimos dos veces al descenso y en ambas ocasiones subimos al año siguiente. En 1970 bajamos y en 1971 jugamos la final con Pacífico de Cabildo allá y teníamos de refuerzo a Raúl Piangatell­i, de Villa Mitre, y Norberto Arens, que jugó sólo tres partidos y metió el gol del triunfo. Pacífico había traído tres o cuatro jugadores de Buenos Aires, tenía muy buen equipo. En el 74’ volvimos a descender. Y como al año siguiente regresamos a primera y el campeonato terminó en septiembre, con Jorge Manghi y Grossi, que era el arquero de Pacífico, a jugar a Independie­nte de Río Colorado. Mi única salida del club”, contó.

--¿El mejor Liniers que integrante?

--Con Emilio Villar, un 9 de que vino de Buenos Aires, Horacio Giordano, Carlos Gerardi y su hermano, que jugó un año en Liniers, y “Tatín” De Mattía. Nos dirigía el Vasco Ochoa

“En defensa hice muy buena dupla con Alberto Gerardi, que era “6”, y no era pariente de los otros Gerardi. También tuve grandes compañeros como Sabané, Edgardo Diomedi y Carlos Enrique González.

--¿Cuándo ocurrió lo de la retina?

--En abril del '76. Tuve un golpe muy grande con Salvador Cicchini en cancha de Olimpo. Salto, cabeceo la pelota y Salvador me da un cabezazo en la sien. Quedé inconscien­te por unos minutos. Al poco tiempo me viene el desprendim­iento de retina, pudo haber sido ese golpe.

--¿Enseguida te diste cuenta que había algo raro?

--No. Jugué un jueves al básquetbol contra El Nacional en la cancha de calle Drago, picaba la pelota y no la veía. Y al sábado siguiente fui a jugar contra Rosario en cancha de Bella Vista, donde hacíamos de local. Tenía que marcar a Jacobo, mi fuerte era de arriba, pero no calculaba bien. A Daniel Prat, que jugaba de "9", le decía que no fuera a la derecha porque no lo veía. “Al lunes siguiente fui al médico y me mandó al oculista, Buffo, quien me aconsejó operarme. Lo hice en el Policlínic­o Bancario en Capital y quedé peor (risas). Después, por interme

108 partidos disputó Orlando Giuliani en Liniers entre 1969 y 1980. Hizo un gol y recibió cinco rojas. Datos: Eduardo “Cocho” López.

le metió un gol de media cancha a "Melele" Rivera en el Carminatti. Videla debutaba en Liniers.

--¿A quién le marcaste el único gol que tenés?

--A Pacífico, y salí en el diario. Un córner de derecha a izquierda, el arquero de ellos era “Pochi” Sánchez y jugaban el “Ñato” Solís y el “Pocho” Barú, entre otros. La agarré de volea en ese centro y la pelota entró contra un palo. Con ese mismo rival jugamos en cancha de Liniers, pero ese domingo había llovido a cántaros. Todos querían jugar, los jugadores nos acercamos a ayudar a poner aserrín para poder jugar. Y lo hicimos, la cancha estaba detonada (risas). Ganamos con un gol de Daniel Prat.

--¿Cinco expulsione­s?

--Seguro por protestar, porque no era de pegar. No sabía que eran tantas, jaja.

--¿Es cierto que Cayetano Rodríguez te quiso llevar a Villa Regina?

--Sí. Fueron Víctor Sánchez, Juan Cornachini y Calandrón. Justo me llaman del Banco y no fui; me la jugué por el trabajo. Se pagaba bien.

--¿Cuándo decidiste dejar el fútbol?

--En 1980. Vino Alfredo Maldonado de técnico, pero ya no estaba para seguir en la Liga del Sur. Jugué en La Bancaria, Liga Comercial y, hasta los 60, en la Liga de Veteranos.

--¿También te diste el gusto de dirigir?

--Un año. Era ayudante de campo del “Tato” Zapata y dirigía la tercera de Liniers. Al año siguiente arrancaba el curso de técnico. Una vez Daniel Prat se sentó conmigo y siempre me carga porque hice de técnico. Dirigiendo a la Reserva me fue bien…

“¿Amigos? Muchos. Pero en el fútbol era Daniel Prat, íbamos siempre al bar Londres. Y uno de los mejores grupos que integré fue el de Prat Deportes, de Juan Giordano”, apuntó.

“En un nocturno contra Rosario me tiro de palomita y la pelota me pasa por arriba, calculé mal. Mi ojo derecho ya tenía poca visión”.

 ?? ?? JUNTO a su gran amigo Daniel Prat, con el que compartió muchos momentos. Giuliani nació el 25 de abril de 1951.
JUNTO a su gran amigo Daniel Prat, con el que compartió muchos momentos. Giuliani nació el 25 de abril de 1951.
 ?? ?? LA pelota, su amiga, y la camiseta de Liniers, la única que vistió en la Liga del Sur. Posando en el Dr Alejandro Pérez.
LA pelota, su amiga, y la camiseta de Liniers, la única que vistió en la Liga del Sur. Posando en el Dr Alejandro Pérez.

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