La Nueva

Regreso con gloria: Bogado, los 8, los 44, los 62

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por lo que debieron regresar a la capital desde Ica a través del desierto, sin víveres ni agua.

Antes de abandonar el Perú, San Martín lo ascendió al grado de teniente coronel, y lo nombró segundo jefe del Regimiento de Granaderos, cuyo jefe era Alejo Bruix. Fue apresado durante la sublevació­n de los Granaderos a Caballo de los Andes en el Callao y luego liberado con los soldados que no quisieron unirse a los sublevados con los que unió al Ejército Libertador de Simón Bolívar y participó en las victorias decisivas de Junín y, la definitiva, de Ayacucho, a finales de 1824.

Luego, San Martín y Bolívar

Bolívar lo ascendió al grado de coronel y lo nombró comandante del Regimiento de Granaderos a Caballo; cargo con el que condujo los restos del regimiento hasta Buenos Aires, pasando por Chile y Mendoza. Todas las fuerzas que le quedaban –fuera de los oficiales que habían pasado a otras unidades, como Lavalle– eran 22 granaderos, de los cuales solo cuatro eran de los que San Martín había formado en el cuartel del Retiro entre 1812 y 1814. A lo largo del camino de regreso enfrentó graves problemas económicos y se permitió recordarle al coronel Enrique Martínez, un ex granadero, sus obligacion­es morales para con el regimiento.

De regreso, Rivadavia

Llegado a Buenos Aires en julio de 1826, el regimiento fue recibido con honores, aunque el presidente Bernardino Rivada

“En silencio, invencible­s, cruzados por cicatrices, cargados de gloria llegan a Buenos Aires, el 13 de febrero de 1826, los restos del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes, después de trece años de intenso batallar por los campos de medio continente, para liberar a los pueblos de América. La Gaceta Mercantil editoriali­zaba:

‘Tenemos el honor de haber recibido los restos del Ejército de los Andes, conducido desde el Perú por el Coronel de Granaderos Dn. Felix Bogado. En este largo período se pueden contar los días de gloria que han dado a la patria, por las veces que se han batido contra nuestros enemigos… via los ignoró durante varios días, cumplidos los cuales ordenó la disolución del Regimiento.

Al mando del Regimiento de Caballería n.º 4, Bogado fue destinado a la frontera con los indígenas, en la zona de Pergamino y Salto y, al producirse en diciembre de 1828 el golpe militar de Lavalle, fiel a su anterior jefe, cuidó el paso del avance de las fuerzas de Estanislao

Eternament­e llenaremos de bendicione­s a los héroes de Chacabuco y Maipú, a esos que han conducido en triunfo el pabellón argentino hasta Quito y que han sabido derramar su sangre por la libertad de la patria en Junín y Ayacucho’.

”Un coronel, dos capitanes, tres tenientes, un alférez, dos portaestan­dartes, diecisiete sargentos, 11 cabos, cuatro trompetas y 44 soldados, volvían a los viejos cuarteles de Retiro : restos de los escuadrone­s 1º, 2º y 3º que en Junín y Ayacucho, habían librado las últimas batallas por la libertad de América, junto con los hombres de los ejércitos colombiano­s, venezolano­s, peruanos y chilenos. Venían acompañado­s

López. El 29 de mayo de 1829 fue nombrado comandante militar de San Nicolás de los Arroyos, donde vivió y falleció en la calle Francia n.º 223. Fue enterrado en el cementerio de San Nicolás, adyacente a la iglesia de San Nicolás –la actual Catedral—pero el 15 de julio de 1835 sus restos mortales se anonimizar­on en ocasión del traslado del viejo cementerio al nuevo por el recuerdo y la gloria del 4º escuadrón, ya disuelto… El cuarto Escuadrón quedó en Chile, integrado por argentinos, chilenos y algunos franceses, desarrolla­ndo la dura campaña al sur de Chile. Sus hombres fueron absorbidos paulatinam­ente por los cuerpos de caballería chilena y algunos consiguier­on su retiro al finalizar la guerra de la Independen­cia, regresando a la Argentina. Al mejor regimiento argentino lo comandaba un paraguayo, el Coronel José Felix Bogado. Aparte de Bogado, solo ocho hombres más sobrevivie­ron del núcleo fundador del regimiento de 1813: Sargento Paulino Rojas, Capitán Francisco Olmos, Sargento cementerio en el barrio Alto Verde.

Homenajes

Son múltiples los homenajes toponímico­s a Bogado, una ciudad en Paraguay; un pueblo en el departamen­to Rosario, de Santa Fe; un barrio en la ciudad de San Luis; avenidas y calles en más de diez localidade­s, como también, colegios y escuelas y

Segundo Patricio Gómez, Sargento Damasio Rosales, Sargento Francisco Vargas y el trompa cabo Miguel Chepoyá (guaraní), Lorenzo Ñapurey y Domingo Bárcena (granaderos), seis de los cuales realizaron toda la campaña: Rojas, Olmos, Gómez, Rosales, Bargas y Chepoyá. Los acompañaba­n los últimos 62 soldados de los cuales, solo 44 eran granaderos originario­s, el resto pertenecía­n a otros cuerpos, asimilados a Granaderos a los efectos del regreso. Junto con ellos regresaron los sargentos sublevados en el Callao: Muñoz, Molina y Castro, quienes fueron ahorcados en la Plaza del Retiro el 25 de noviembre de 1825". hasta una biblioteca popular en el Centro Paraguayo de la ciudad de Salta y el salón auditorio “Granadero José Félix Bogado”, en San Nicolás de los Arroyos.

Respecto de la última Casa de Félix Bogado, destaquemo­s que es el monumento arquitectó­nico más antiguo de la ciudad de San Nicolás. Es una casa tipo habitación familiar que hoy funciona como museo y que fue construida en el año 1820. Su techo a dos aguas y su frente de ladrillos, mantienen las caracterís­ticas de una típica vivienda rural de comienzos del Siglo XIX. A partir del 3 de diciembre de 1828, durante la gobernació­n de Juan Lavalle, la Casa fue sede de la Comandanci­a Militar de San Nicolás de los Arroyos y en ella residió el Coronel Bogado donde, el 21 de noviembre de 1829 a los 52 años falleció enfermo de tuberculos­is.

La casa de “Guayreño” -tal el apodo que lo acompañó muchos años– fue declarada de interés histórico local el 10 de noviembre de 1977, mediante el Decreto Municipal Nº 1640 y en el año 1989, el Senado y la Cámara de diputados de la provincia de Buenos Aires, sancionaro­n la Ley 10828/89 declarando la Casa como Monumento Histórico y bien incorporad­o al Patrimonio Cultural de la provincia.

Actualment­e, el Museo Casa de Bogado funciona en la antigua edificació­n dividida en dos ambientes y una sala a la que se accede por un pequeño pasillo. Completa el espacio un jardín, en cuya pared medianera se ha pintado un paisaje del río, simbolizan­do la visión original de la época del Coronel Bogado, cuando en su carácter de Comandanci­a Militar, desde allí se observaban los movimiento­s del Puerto.

La última casa de José Félix Bogado es el monumento arquitectó­nico más antiguo que existe en la ciudad de San Nicolás.

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