Un original parque de diversiones con piezas de artistas famosos
El rapero Drake rescató las atracciones que diseñaron algunos de los mejores artistas del siglo XX para una efímera feria de verano en Hamburgo. Invirtió 100 millones de dólares.
Con calesitas, ruedas de la fortuna y juegos de espejos diseñadas por algunos de los más reconocidos artistas de la segunda mitad del siglo XX como Salvador Dalí, Roy Lichtenstein o Keith Haring, en los próximos días reabrirá en la ciudad de Los Ángeles el parque de diversiones de estilo carnavalesco “Luna Luna”, que funcionó en Hamburgo (Alemania) fugazmente en el año 1987 y es uno de los proyectos más disruptivos y atípicos de la historia del arte internacional.
Un “parque de atracciones fantástico” como nunca antes se había visto antes fue lo que quiso en los años 80 crear el artista y curador vienés André Heller al invitar a más de 30 reconocidos artistas a diseñar juegos y atracciones.
“Algunos lo llamaron 'la feria de las sensaciones'. Otros lo apodaron 'el museo del futuro'. Él lo llamó Luna Luna”, se lee en la web oficial del proyecto que promete abrir este mes pero que aún no dio a conocer una fecha concreta de inauguración.
“Luna Luna: Forgotten Fantasy” se bautizó a la actual recreación del parque de atracciones, que luego de abrir -dentro de pocos días- planea salir de gira mundial por varios países durante 2024 y que tuvo como principal responsable de su regreso al rapero canadiense Drake, quien desembolsó aproximadamente 100 millones de dólares para comprar y restaurar aquella obra de André Heller, informó la revista “Smithsonian”.
Las imágenes y videos de archivo resultan impresionantes: se puede ver por ejemplo una calesita girando, pero en vez de caballitos o autos, alberga figuras de personas con el sello característico del artista Keith Haring.
Hay también un pabellón geométrico y colorido, completamente pintado, con música en su interior, creación de David Hockney y un laberinto de espejos de cristal diseñado por Roy Lichtesntein.
En aquel entonces, Heller -un artista multimedia que estableció su firma creando esculturas voladoras, tar en la mayoría de las históricas y frágiles atracciones.
El parque vuelve a estar disponible, esta vez en Estados Unidos. Aún con limitaciones, Los Ángeles se encontrará con un mundo de fantasía y creatividad sin precedentes.
Inicialmente se planea que esté abierto hasta la primavera del 2024 para después trasladarlo a otros países en una gira mundial. circos y espectáculos de fuego- bautizó a su proyecto con el nombre de los viejos Luna Park, que era como se llamaban los parques de atracciones de principios del siglo XX.
Entonces, para llevarlo a cabo, Heller recibió medio millón de dólares de financiación de parte de un donante y rechazó también una oferta de patrocinio de McDonald's, tal como contó en entrevistas.
Además, logró embarcar a 30 artistas como Salvador Dalí -quien hizo una casa de espejos- Roy Lichtenstein, David Hockney, Georg Baselitz, Kenny Scharf, Jean Tiguely, Sonia Delaunay, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Joseph Beuys y Rebecca Horn. También participaron en el proyecto Philip Glass y Miles Davis, que compusieron música para sus pasajes.
André Heller contó que los artistas aceptaron trabajar por poco dinero fue porque el proyecto los sedujo a todos, tal como detalló el diario “El Mundo”.
Incluso, había también una atracción dedicada a Andy Warhol (que murió en 1987 y no pudo terminar su encargo para Luna Luna), una pieza que permitía a los visitantes fotografiarse junto a representaciones de figuras como Einstein, Marilyn Monroe y Marlene Dietrich.
Este efímero parque funcionó solo unos meses en Hamburgo en el verano de 1987, pero luego Heller perdió la financiación y al final del verano, todo se empaquetó y se guardó en containers en una zona rural de Texas. Hasta el rescate por parte del rapero canadiense Drake.
Luna Luna estuvo abierto en los meses de junio, julio y agosto de 1987, en Moorweide, en una pradera relativamente céntrica de Hamburgo, junto a su lago mayor. Las entradas costaban 20 marcos y 240.000 personas pasaron por taquilla.
Si se atiende a las fotografías de aquel verano alemán, el público de Luna Luna era más familiar que artístico. Hay un retrato de Basquiat junto a un grupo de niños eufóricos que lleva a pensar que el proyecto cumplió con su propósito inicial. (Télam).
Luna Luna estuvo abierto en los meses de junio, julio y agosto de 1987, en Moorweide, en una pradera de Hamburgo.