Y el proyecto de la “Aventura del Tiburón” toma fuerza
Los biólogos Juan Martín Cuevas y Lucas Albornoz se ilusionan con el regreso del evento al estuario bahiense.
l 6 de diciembre se celebró el primer día de marcado de tiburones en Argentina y a la semana se sancionó una ley de pesca deportiva para proteger a las distintas especies de condrictios en la provincia de Río Negro.
Es un cierre de año más que positivo para que el proyecto que impulsa el regreso de la “Aventura del Tiburón” a la ría de Bahía Blanca se haga realidad en un futuro no muy lejano. ¿Cuándo? si es posible en 2024, al menos es el deseo de investigadores y pescadores abocados a un plan de reactivación cuyo único
Efin es colaborar con la ciencia y el programa “Conservar Tiburones en la Argentina”, creado hace una década, coincidentemente, en nuestra ciudad.
“El primer paso ya se dio, que era presentar la carpeta para que el gobierno de la provincia de Buenos Aires autorice el proyecto y se pueda realizar un evento de pesca y devolución en una área protegida como son las islas del estuario bahiense”, había declarado, en una primera nota y hace poco más de un mes, Lucrecia Díaz, guardaparque de carrera y coordinadora regional del programa “Conservar Tiburones en la Argentina”.
Aunque en esta segunda entrega, la idea es hacer mayor hincapié en lo estrictamente científico, en la concientización de los investigadores sobre la captura de ejemplares con fines recreativos para preservar especies que están amenazadas de extinción.
Los biólogos Juan Martín Cuevas y Lucas Albornoz viajan todas las semanas de Viedma a Claromecó sin escalas. Aunque al parar a cargar nafta en Bahía, accedieron amablemente al
Nueva. diálogo con La para referirse, exclusivamente, al programa “Conservar Tiburones en Argentina”.
“Dentro de ese proyecto costero-marino existe un subprograma especializado en tiburones y rayas, el cual coordino desde hace diez años”, se adelantó Cuevas, nacido hace 47 años en Mar del Plata pero residiendo en Bariloche.
De campaña por la costa atlántica, se refirió al plan de conservación de los grandes condrictios en el área que va desde faro Querandí (Buenos Aires) hasta puerto San Julián (Santa Cruz).
“Es un proyecto abarcativo, de ciencia ciudadana, que involucra a investigadores y pescadores en un trabajo mancomunado en pos de la conservación de los grandes tiburones que recorren la parte sur de nuestro país”, sostuvo el director y fundador de “Conservar Tiburones en Argentina”, el más longevo de nuestro país.
--En los últimos cinco años la atención está centrada en el trayecto Buenos Aires-Río Negro, ¿por qué?
--En Buenos Aires existe el mayor número de pescadores de tiburones, y a medida que nos alejamos hacia el sur esa cantidad disminuye, al igual que la diversidad de especies”, respondió el marplatense.
--A propósito, ¿cuántas especies existen en el mar argentino?
--Comprobables 55, incluyendo al tiburón blanco. Aunque las que interactúan con la pesca deportiva son 10. De ellas, nueve están incluidas en el proyecto, es decir que al menos un ejemplar de esa especie está marcado.
Sin interrumpir, siempre esperando su turno, Albornoz, coordinador del nodo Viedma-Patagones, dejó en claro que “el pescador con devolución contribuye también al ecosistema”.
Enseguida puso el ojo en nuestra ciudad: “los primeros talleres de marcado estuvieron en Puerto Galván, ahí empezó esta historia. Muchos pescadores se fueron entusiasmando con esta aventura de capturar y devolver y hoy tenemos unos cien tiburoneros esperando recibir marcas”.
El biólogo recibido en La Plata, de 40 años y con residencia en el balneario El Cóndor, agregó: "La pesca en la provincia de Buenos Aires está permitida, lo que se prohibió fue el sacrificio. Si sale un tiburón con caña hay que devolverlo al agua con vida”.
MONTE HERMOSO
VENTAS