La arena política bonaerense cuenta las monedas ante el ruido nacional
Practicando equilibrio ante al nuevo escenario planteado por el presidente libertario Javier Milei, el gobernador Axel Kicillof busca estabilizar la gestión bonaerense con los recursos económicos que reclama desde antes de ser reelecto en la provincia de Buenos Aires.
La caída en la actividad turística abrió un escenario de “incertidumbre” ante el “impacto negativo” que estaría provocando lareceta de ajuste económico del Gobierno nacional.
“Con la inflación por las nubes y con salarios congelados, el panorama es muy incierto de cara al futuro”, coincidían funcionarios y sindicalistas docentes y estatales en la reapertura de la mesa paritaria con el objetivo de rediscutir una actualización salarial en épocas de vacas flacas.
Ante toda la malaria de anuncios económicos del Gobierno nacional, en la Provincia entienden que no podrán seguirle el ritmo a la inflación y las negociaciones pueden girar en torno a un régimen de “compensaciones” como una reducción horaria de la jornada laboral para docentes y estatales y así compensar las primeras paritarias del año en medio de la actual coyuntura económica nacional provocada por la escalada inflacionaria de los últimos tiempos.
Esta no sería la única compensación en evaluación. Como ocurrió hace un tiempo atrás, la posibilidad de emitir una “moneda
bonaerense” –habitualmente llamadas cuasimonedaspara afrontar los desafíos económicos pendientes, volvió a aparecer en la agenda política como “una bocanda de aire fresco" ante el recorte de fondos del plan motosierra de Milei a la Provincia. La vida es una moneda.
A todo esto, el ministro de Economía, Pablo López, viene reasignando partidas presupuestarias en un contexto económico que se anticipa muy difícil en materia de recursos para el territorio bonaerense, sin que esa medida afecte la gestión política gubernamental.
La Gobernación de calle 6 no recibe “definiciones” de la Casa Rosada que le permitan a Kicillof planificar económica y financieramente este año. Eso puede significar desidia, falta de ejercicio político, o simplemente indiferencia presidencial.
“Primero, que nos presenten un programa macroeconómico; segundo, que definan cuáles van a ser los recursos de la Provincia, sabiendo que generamos el 40 % de los recursos coparticipables y, tercero, qué va a pasar con la obra pública con financiamiento nacional que está siendo ejecutada y que hoy no tenemos ninguna certeza de cómo va a continuar”, le dijo el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, a “La Nueva.”
durante una recorrida por Bahía Blanca, Punta Alta y los distritos de Villarino y Patagones.
Ante los anuncios económicos del Gobierno nacional, en la Provincia no podrán seguirle el ritmo a la inflación.
La PBA decidió contraponer el modelo de gestión al de Milei, quien decidió prescindir de las inversiones.