Juntos a la par: con casi 80 años remó con su nieto en la regata de Río Negro
Lidia Margarita Trinchant cumplió el sueño de participar de la competencia junto a su nieto Jorge Adriano Pérez.
“Para mí es un sueño que tenía en el corazón”.
El debut de Lidia Margarita Trinchant, de casi 80 años –los cumple el próximo 31- de la mano de su nieto Jorge "Perikle" Adriano Pérez en la regata de Río Negro es una muestra de que todo vuelve.
Todo ese cariño y dedicación que la mujer volcó en la cocina y en el cuidado del campamento en cada competencia durante años para que su nieto Jorge pudiera remar y representar a la Escuela Municipal de Patagones lo vio recompensado en una promesa cumplida: participar desde adentro con su palista preferido.
“Es la primer regata que corre mi abuela. Ella, al igual que mi familia, me acompañó siempre como cocinera y utilera. Y antes, cuando se hacía campamento, se quedaba a cuidarlo. No veía ni la largada ni la llegada. Alguien se tenía que quedar”, comentó Jorge, quien vive en Patagones y trabaja como efectivo policial –es chofer y disponible- en Cardenal Cagliero.
Por eso, hace algunos años para devolver a su abuela toda esa generosidad, esfuerzo y amor Jorge le prometió que la iba a hacer correr una carrera. Y que la harían juntos.
Empezaron a entrenar en 2014 para competir al año siguiente pero ella tuvo una recaída de salud, perdió fuerza y el proyecto debió postergarse.
“El año pasado le dije ‘Ponete las pilas. Vamos a remar todo el año’. Ella remó en todas las estaciones. Iba y venía al club en bicicleta con sus 79 años y estuvo todo el tiempo en el agua”, narró.
Por su parte, Jorge también se preparó y remó con mayor intensidad y frecuencia para estar a la altura de evento.
“Este año se nos dio gracias a Dios pudimos estar representando a la Escuela Municipal de Patagones que es el club en el que remé toda la vida”, añadió.
No solo remaron las siete etapas de la competencia Internacional que se desarrolló desde el 6 al 13 de enero sino que se consagraron subcampeones en la categoría Travesía Mixto D.
La regata comenzó en la ciudad de Cipolletti y finalizó en el balneario municipal de Viedma,capital de Río Negro.
"Quedamos segundos. Ella se aguantó muy bien toda la travesía”, dijo Jorge con alegría.
“Obviamente, al igual que mi familia, tenía miedo de que se descompensara o se deshidratara por su edad y por lo que conlleva la competencia que es muy desgastante”, mencionó.
Sin embargo, nada de eso pasó. Por el contrario, cuando en plena regata él dirigió su mirada al cielo en homenaje y agradecimiento a personas que ya no están, su abuela le quitó la gorra y le dio un golpecito en la cabeza.
Lidia sabía que parte de su familia tenía temor por su salud, pero su entusiasmo era mayor.
“Correr con mi nieto era una ilusión que tenía. Nos preparamos y me dijo ¿te animás? Mi familia no quería, mi hijos, nietos. Pero yo dije ‘Yo voy’. Aunque sea lo último que haga en mi vida, un sueño no se pierde nunca. Así que dije me preparo y voy”, aseveró.
“A último momento mis hijos me dijeron ‘Si es tu gusto hacerlo, andá. Date el gusto y te esperamos acá’”, contó.
Ella tiene una teoría: la vida es más dura que una regata.
“Yo la peleé desde los 9 años que quedé huérfana con seis hermanos y solo mi madre. Tuve que ayudar a mi madre a salir al frente. Me casé muy joven y quedé viuda con hijos. Me tocó luchar y enfrentar la vida como a mucha gente”, dijo.
“Por eso siempre que me preguntan ¿es dura la regata? Yo contesto que no, que fue más duro enfrentar a la vida”, concluyó con la sonrisa de la misión cumplida.
Los padres de Jorge acompañaron en la regata como cocineros y utileros y para estar cerca de esta original dupla que ya forma parte de la historia de esta competencia.
Los hijos de Jorge, Adriano (12) y Maximiliano (11) también practican esta disciplina. ¿Serán los próximos en competir con la bisabuela?