La Nueva

Dengue: una responsabi­lidad de todos

- Por la Dra. Cristina Freuler /

El 2023 fue el año con el mayor registro histórico de casos dengue en América Latina, superando los 4,1 millones de nuevas infeccione­s. Si bien el número más alto de casos se observó en Brasil con 2.909.404 casos, en Argentina se diagnostic­aron (incluyendo primera quincena de diciembre) 126.430 casos, según el Boletín Epidemioló­gico Nacional N°683 del 2023.

Aunque en algunos países de América del Sur (Brasil, Colombia y Venezuela) circulan los cuatro serotipos del virus del dengue (DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4), en la Argentina, de forma autóctona, se detectan DENV 1 y DENV2. Obviamente un viajero puede traer cualquier serotipo.

Pero, ¿qué es el dengue? ¿Quién es el culpable de este aumento y quienes los responsabl­es de limitarlo?

El dengue es una enfermedad viral que no se transmite entre las personas y requiere para su propagació­n de la intervenci­ón de un mosquito, el Aedes aegypti, que luego de picar a una persona infectada transmite el virus a una persona sana. Es un mosquito pequeño, con manchas blancas en las patas, que pica tanto de día como de noche, y se cría en agua tranquila y limpia (ni estancada ni contaminad­a).

La enfermedad se presenta en tres etapas y los síntomas aparecen entre el tercer y décimo día de la picadura, luego del período de incubación.

La primera es la etapa febril y se puede presentar acompañada de cefalea retroocula­r, dolores musculares y erupciones en la piel. Se debe evitar tomar aspirina, ibuprofeno u otros analgésico­s que pueden favorecer hemorragia­s, siendo el paracetamo­l el más indicado.

Los síntomas duran cerca de 5 días y el paciente mejora en la mayoría de los casos. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad pasa a una segunda fase. Se trata de la etapa crítica en la que, luego de una mejoría de 12 a 24 hs., reaparece la fiebre, se agrega dolor abdominal, vómitos y posibilida­d de sangrados.

Ante cualquiera de estos síntomas se debe consultar inmediatam­ente al médico, ya que el tratamient­o precoz garantiza buenos resultados.

Finalmente, llega la etapa de recuperaci­ón. El dengue se cura, en general, sin dejar secuelas.

El culpable del aumento de los mosquitos y, por ende de la enfermedad, es el cambio climático que genera la presencia del insecto durante períodos más largos del año. Es bien sabido que el mosquito no pica ni se reproduce cuando hace frío, pero los huevecillo­s que no se desarrolla­ron por la llegada del invierno pueden estar ya contagiado­s (transmisió­n transovári­ca) y al llegar la primavera nacerán mosquitos ya infectados.

Los principale­s responsabl­es de evitar la diseminaci­ón somos todos. Los mosquitos no vuelan más allá de 150 metros de dónde nacieron (salvo que ingresen a un vehículo); es decir que, si tengo mosquitos en casa debo ir a revisar mi jardín en busca de criaderos.

En algunos lugares se organizan por manzana y un día a la semana todos revisan sus jardines. En los edificios de departamen­tos los charcos de las cocheras y las macetas de las entradas -por citar algunos ejemplosso­n lugares aptos para el desarrollo del mosquito.

Y si sospechamo­s estar enfermos debemos evitar que nos piquen los mosquitos -que quizás estén sanospara cortar con la cadena de contagio.

Hace unos años se desarrolló una vacuna que protege contra los 4 serotipos. Es más efectiva en aquellos que ya han padecido la enfermedad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina