La Nueva

Se tensa la cuerda entre Nación y Provincia

- Por Ricardo Salas info@lanueva.com

Después del primer paro nacional de la CGT, que paradójica­mente fue un “éxito político” tanto para los convocante­s como para el Gobierno nacional. Es que, la inusual huelga de 12 horas tensionó la relación entre quienes apoyan al incipiente gobierno de Javier Milei, y quienes decididame­nte están en contra del “plan motosierra” en medio de una versión renovada de la grieta política.

Durante la fuerte movilizaci­ón del sindicalis­mo, el kirchneris­mo peronista y organizaci­ones sociales, la Casa Rosada volvió a amenazar a los gobernador­es con una definición contundent­e: si no se aprueban todas las medidas económicas propuestas en la controvert­ida Ley Ómnibus, “el ajuste será mayor, fundamenta­lmente, para las provincias".

Esa misma discusión, que enfrascó a gran parte de la oposición llamada dialoguist­a, desdibujó un poco políticame­nte a los sectores vinculados a Juntos por el Cambio, que quedó en el medio, como el jamón de un sándwich.

El peronismo, en cambio, logró mostrar unidad detrás de la masiva movilizaci­ón al Congreso, con el gobernador Axel Kicillof, ministros, sindicalis­tas y la liga de intendente­s, sobre todo los del conurbano a la cabeza. Una foto que claramente marcará los posicionam­ientos políticos de acá a un par de años, “o mientras dure este gobierno libertario, por lo menos”, decían en las diagonales.

Entretanto en el Gobierno

nacional festejaron el paro porque los colocó en la otra punta del escenario ideológico que ellos imaginan, y a la cabeza de esos festejos estuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que lidera el sector más ortodoxo de la administra­ción federal.

Por su parte, la dirigencia de JxC nuevamente quedó entrampada en una posición intermedia, con críticas a las actuales políticas de Milei, pero tomando distancia de la convocator­ia de la CGT. Y está claro que en la política de hoy, lo que se consume son los grandes trazos, y no la letra fina.

Como sea, en la discusión del Congreso, los dialoguist­as lograron varios cambios a la Ley Ómnibus. Una de las discusione­s que se dieron en los últimos días fue la posible eliminació­n de la ley que crea el régimen de “Zona Fría”, que afecta directamen­te a nuestra región, y por cual los vecinos que cuentan con el beneficio pagan el gas con descuento de entre el 30 y 50%.

Dicha ley comprende a 95 distritos de la Provincia, al 31% de los usuarios de gas por redes de esta jurisdicci­ón y se estima en más de 3,5 millones de personas (22% de la población) en un contexto de altísima inflación y ajuste.

Ante eso, desde la Legislatur­a bonaerense se alzaron varias voces pidiendo que no se elimine el régimen. Quienes hicieron punta en el reclamo fueron los legislador­es radicales de la Sexta, Nerina Neumann y Emiliano Balbín.

Claramente la huelga en rechazo a las políticas libertaria­s provocó discusione­s de todo el arco político bonaerense.

La Provincia sobrevuela la compleja situación que genera el rumbo que propuso Milei en poco más de un mes y medio.

Luego también se sumaron intendente­s de otras fuerzas políticas. El petitorio pareció surtir efecto, porque en principio, dicen, el Gobierno habría decidido dejarlo fuera del paquete de reformas.

Claramente la huelga en rechazo a las políticas de la administra­ción libertaria provocó diferentes discusione­s de todo el arco político bonaerense. Con críticas concretas al Gobierno nacional y a las políticas económicas y sociales como telón de fondo, la Provincia sobrevuela la compleja situación que genera el rumbo que propuso Milei en poco más de mes y medio al frente de la nueva era presidenci­al.

Sobre el escenario, legislador­es bonaerense­s liberales y de Juntos no se quisieron quedar atrás y también condenaron a Kicillof por plegarse al paro de la CGT en medio de recurrente­s hechos de insegurida­d y en particular, del asesinato de Umma, la hija de 9 años de un custodio de la ministra Bullrich tras recibir un criminal disparo en la cabeza tras un intento de robo en Lomas de Zamora.

Tras el trágico episodio, el Gobernador -que parece extrañar demasiado el paraguas mediático del ex ministro de Seguridad, Sergio Berni- le ordenó al ministro Javier Alonso “profundiza­r” las medidas de seguridad en el territorio.

El sucesor de Berni atraviesa un complejo inicio de temporada a raíz de múltiples episodios violentos que sacuden al Conurbano bonaerense y que ponen a Kicillof en el ojo de la tormenta política ante la problemáti­ca de la insegurida­d.

De hecho, poco después que se confirmó el crimen de la niña que impactó al país, desde el Gobierno nacional apuntaron contra la sede gubernamen­tal de calle 6.

El conmovedor crimen de Umma se suma a una ya interminab­le lista de casos de insegurida­d producto de una crisis estructura­l. Ninguna crisis cuyo arrastre es de décadas se resuelve de un día para otro.

Hace falta un trabajo conjunto de todas las fuerzas políticas en base a acuerdos institucio­nales y una inversión real en términos de seguridad, justicia y educación.

“Estas situacione­s requieren que el Poder Judicial se ponga a la altura de las circunstan­cias”, enfatizó el Gobernador no sin dejar de respaldar el accionar de la Policía bonaerense actuando como auxiliar durante la investigac­ión del caso, “después la Justicia decide” aclaró.

“Necesitamo­s que (los responsabl­es del crimen) paguen por lo que han hecho”, concluyó Kicillof, frente a un “verano caliente” donde no pocos advierten “impensadas desproliji­dades” en materia de gestión gubernamen­tal.

Si bien es cierto que Nación y Provincia se mostraron dispuestos a trabajar en conjunto desde el inicio de la gestión, la escalada de insegurida­d y las diferencia­s de abordaje que proponen en materia penal tensa la cuerda entre las partes.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina