Sugieren 20 minutos de bicicleta luego de una mala noche de sueño
Un estudio señaló que el rendimiento cognitivo mejora después de una serie de ejercicios de intensidad moderada.
na nueva investigación exploró cómo la falta de sueño, los niveles de oxígeno y el ejercicio afectan nuestra capacidad para realizar actividades intelectuales y rendimiento cognitivo.
Dormir es fundamental para mantener un estilo de vida saludable y se recomienda en adultos dedicarle entre siete y nueve horas por noche. Sin embargo, revisiones recientes indican que el 40 por ciento de la población mundial no duerme lo suficiente.
El doctor Diego Golombek investigador superior del Conicet en la Universidad de San Andrés y en la Universidad Nacional de Quilmes, explicó que la salud mental equilibrada está indefectiblemente ligada a ritmos circadianos robustos, “a estar activos durante el día, expuestos a la luz, idealmente luz solar, aunque también puede ser la luz artificial, y dormidos en oscuridad, en un lugar silencioso y templado du- rante la noche. Claramente, el afectar estos ritmos tiene consecuencias múltiples sobre la salud, incluyendo la salud cerebral y la salud mental”.
Las consecuencias de la privación crónica del sueño incluyen enfermedades cardiovasculares, obesidad, trastornos neurodegenerativos y depresión. A
Ucorto plazo, la falta de sueño puede reducir el rendimiento cognitivo (RC), lo que afecta la capacidad de atención, el juicio y el estado emocional. El estudio dirigido por la Universidad de Portsmouth descubrió que el rendimiento cognitivo mejora durante una serie de ejercicios de intensidad moderada, independientemente del estado de sueño o los niveles de oxígeno de la persona.
El doctor Joe Costello, de la Escuela de Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio (SHES) de la Universidad, dijo: “Sabemos por investigaciones existentes que el ejercicio mejora o mantiene nuestro rendimiento cognitivo, incluso cuando se reducen los niveles de oxígeno. Pero este es el primer estudio en afirmar que también mejora el RC después de la privación total y parcial del sueño y cuando se combina con hipoxia”.
“Los hallazgos amplían significativamente lo que sabemos sobre la relación entre el ejercicio y estos factores estresantes, y ayudan a reforzar el mensaje de que el movimiento es una medicina para el cuerpo y el cerebro”, expresó Costello.
El estudio, publicado en la revista Physiology and Behavior, implicó dos experimentos, cada uno con 12 participantes (24 en total). El primero analizó el impacto de la privación parcial del sueño en el rendimiento cognitivo de una persona, y el segundo examinó
La clave está en el nexo entre el mayor flujo sanguíneo hacia el órgano central del cuerpo, la oxigenación y la motivación, según se comprobó.
el impacto de la privación total del sueño y la hipoxia.
En ambos, todos los participantes experimentaron una mejora en el rendimiento cognitivo después de una serie de 20 minutos de ciclismo.
“Como considerábamos el ejercicio como una intervención positiva, decidimos utilizar un programa de intensidad moderada como recomienda la literatura existente”, indicó el doctor Costello y agregó: “Si el ejercicio hubiera sido más largo o más duro, podría haber amplificado los resultados negativos y
El doctor Alejandro An