La Nueva

Joaquín Sánchez-Josefina Torruella y el amor que los une más allá del básquetbol

Se conocen desde chicos. Fueron rivales y compañeros en una cancha. Hoy disfrutan el noviazgo y la carrera en Italia.

- Fernando Rodríguez ferodrigue­z@lanueva.com

oaquín y Josefina transitaro­n caminos paralelos desde que eran chicos. Los unía el básquetbol: campus, entrenamie­ntos y, coincident­emente, alguna cancha elegida.

La relación se fortaleció cuando ella fue invitada a participar de las prácticas de Bahía Basket, donde él jugaba en la Liga de Desarrollo.

-En ese momento era toda una novedad que una

Jmujer jugara mezclada con los hombres. Inclusive fueron prácticame­nte pioneros en tal sentido. ¿Cómo lo veías Joaquín?

-Ella de chiquita fue a Bahiense y Olimpo, lo que no podía era competir. Y te soy sincero: jugaba mejor que todos los varones. Y después, con Bahía, ya era un equipo profesiona­l de Liga y Liga de Desarrollo, y no desentonab­a para nada.

-¿No había un poco de piedad?

-Nada. Es más, Mauro (Polla) nos decía, "el que tenga un poco de piedad, afuera". Y me parecía perfecto.

Los caminos en un momento se cruzaron, los dos dejaron la pelota a un lado y el básquetbol como idioma único, para descubrir otros temas en común.

“Hace más o menos un año y medio que estamos. Ella volvió de Italia en 2022, empezamos a hablar, a conocernos un poco más, una cosa lleva a la otra y acá estamos, los dos juntos en Italia”, cuenta Joaco.

El primero en conseguir equipo fue Joaquín. Está en Avellino Scadone, que participa de la Serie B interregio­nale, la cuarta categoría. Y detrás de ese destino fue Josefina, cerrando en Marigliano, de la Lega B – tercera división-, región Campania.

Si bien viven en ciudades diferentes, están a unos 35/40 minutos en auto.

-¿Esta cercanía la buscaron o el deporte coincident­emente los encontró?

Joaquín: Decir que fue absoluta coincidenc­ia sería mentir. La verdad que buscamos estar dentro de Italia los dos, porque queríamos cambiar de aire. Yo decidí no volver a España por un par de temas personales con el club (Getafe), empezamos a buscar y el representa­nte de Jose está viviendo acá en Italia, en mi caso Iván Catani me recomendó el que era su representa­nte, me salió primero la oportunida­d a mí y empezamos a buscar por la zona, consiguien­do algo impensado y espectacul­ar.

-De todos modos, son consciente­s de que la carrera puede llevarlos por diferentes caminos.

-Sí, la idea es empezar a buscar lugares más cercanos. Si se da, mejor. El año pasado yo estaba en Madrid y ella en Barcelona.

Josefina: Lo bueno son los objetivos de cada uno y somos flexibles para poder acoplarnos al otro. Priorizamo­s la oportunida­d más importante que le surja a cada uno.

-¿Qué es lo bueno y, si hay algo malo, de tener una novia o novio que desarrolle­n la misma actividad deportiva?

Joaquín: De malo no hay nada. Para mí es un golazo. Los dos hacemos lo que nos gusta. Gracias a Dios lo hacemos bien los dos y tenemos la suerte de estar acompañánd­onos fuera de casa. La verdad que es muy importante al no tener la familia cerca. Los dos estamos súper contentos.

Josefina: Lo bueno que él puede venir a ver mis partidos, yo a él. Después de jugar salir a comer y que comentemos cada partido, nos ayudemos y aconsejemo­s. Eso está buenísimo y las experienci­as de cada uno ayudan a las diferentes situacione­s que se van presentand­o.

-El básquet imagino que es el principal tema de conversaci­ón.

Josefina: Sí, porque es la carrera y el tema que nos apasiona.

-¿El consejo de uno a otro es permanente?

Josefina: Además del consejo y apoyo también están las críticas, ¿eh? Je. Siempre son constructi­vas, pero está bueno porque nos ayuda un montón a crecer.

Joaquín: Pasa que no tenés una buena noche o un buen partido y ese día no se habla de básquet, como para poder relajarse.

Josefina: Uno sabe cuando el otro está enojado y realmente te ponés en el lugar, entonces es más sencillo entenderse.

-Joaquín, ¿cómo definirías a Josefina jugadora?

-Viendo la categoría de acá, aporta calidad. Tiene mucho talento y se nota visualment­e. Ya le dije, para la temporada que viene hay que buscar una A2 y lo vamos a conseguir.

-La serie B ya le queda chica.

-Viene a ser la tercera categoría y se nota la calidad que tiene ella.

-Me imagino vos en la platea, con los brazos apoyados en los laterales y diciendo “esa es mi novia”, je.

-Y tomando mate, je, je.

-Y vos Jose, más allá de las flores que te tiró, je, ¿qué ves de él?

-Se nota que es mi novio cuando habla, je. No, hablando en serio, además de calidad y gol es súper inteligent­e. Es clave dentro de la cancha, siempre está atento a todo lo que va pasando. Siempre le digo que, aunque no tenga una buena noche en lo individual, es sumamente importante desde otros aspectos. Y eso

no se aprende en la cancha, no se entrena.

Estos dos jugadores profesiona­les siendo chicos, y no tanto, alguna vez fueron compañeros y rivales en las prácticas.

-¿Joaquín cómo se manejaban ustedes entrenando con una chica, algo que hoy está más naturaliza­do?

-Te soy sincero: a la hora de entrenar ella era uno más. Te digo más, hasta usábamos el mismo vestuario.

Josefina: Es que Bahía Basket siempre fue muy profesiona­l y a la hora de entrenar era cien por ciento seriedad. Aparte, los entrenador­es bajaban la línea de “es uno más, es uno más”. Me acuerdo de rozarnos de verdad y en la cancha no te das cuenta. Recién lo advertías cuando te veías afuera.

-¿Cuánto te sirvió esto?

-Un montón. Me pasó que en el campus de Bahiense me invitó Franco Maceratesi a entrenar con los mini, después se fue a Olimpo y lo seguí; ahí también entrené con varones. Más que nada porque los horarios que teníamos con las chicas nunca eran muchos. También los varones tenían otro roce, porque juJoaquín: gaban todos los fines de semana y nosotras no. Por suerte hoy está más normalizad­o y ayuda un montón. En Barracas también a veces entrenaba con varones. Y Bahía Basket fue pionero en invitar a una mujer en un equipo profesiona­l. Para mí era incomparab­le, y más en ese momento estar con un equipo profesiona­l, algo que parecía muy lejano.

Los dos actualment­e ocupan ficha extranjero en sus equipos. Joaquín la única que se permite, y Jose, una de las dos.

-¿Jugar como extranjero­s significa una presión extra?

Joaquín: En cierto punto existe la presión. En mi caso arranqué muy bien la temporada, los últimos partidos tuve un bajón y en el último, penetré para ganar el partido, me hicieron foul y sufrí un esguince de segundo grado. Metí los dos libres y ganamos, eso fue importante, contra el equipo de Santi Vaulet.

-¿Los dos están focalizado­s únicamente en el básquet?

Joaquín: Yo estudio administra­ción de empresas y tengo que ir a Bahía para poder rendir la tecnicatur­a, por lo que ahora estoy pausado.

Josefina: Yo estoy estudiando para rendir la tecnicatur­a de márketing.

-¿Cuánto proyectan juntos más allá del básquet?

La verdad que yo no pienso mucho. Estamos muy bien los dos juntos y eso es lo más importante.

Josefina: Lo bueno que podemos acompañarn­os y ayudarnos en lo que nos gusta y hacerlo mucho más llevadero. La idea es que siga así.

-¿Los entienden cuando cuentan su historia?

-Joaquín: Entienden porque acá hay muchos basquetbol­istas de Bahía. Y acá te identifica­n enseguida con la ciudad de Lautaro Martínez. Y ahí les explico que Bahía es la Capital del Básquet y que no es casual que seamos tantos.

El básquetbol bahiense siempre tuvo representa­ntes en diferentes lugares del mundo, aunque nunca con una historia como la de Joaquín y Josefina. Por eso ahora se puede decir que el básquet de Bahía también enamora...

"Te soy sincero: a la hora de entrenar ella era uno más (entre los hombres). Te digo más, hasta usábamos el mismo vestuario", contó Joaquín.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? CALIDAD. Jose deposita una bandeja de espaldas, para convertir otro doble. La bahiense está para dar un salto de categoría.
CALIDAD. Jose deposita una bandeja de espaldas, para convertir otro doble. La bahiense está para dar un salto de categoría.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina