La Nueva

El robo de cables no cede pese al incremento de los operativos policiales

En los últimos 2 meses se puso a 13 personas a disposició­n de la Justicia por el delito y clausuraro­n 12 chatarrerí­as.

-

Aunque de manera despersona­lizada, casi toda esta semana se habló de Ezequiel Francisco Curaba.

La discusión, por el terrible final del rosarino de 21 años que terminó con casi todo el cuerpo quemado mientras robaba cables, lógicament­e se corrió de eje.

La carta pública de una docente del joven, a poco de su fallecimie­nto y en defensa de sus atributos personales más allá del delito, potenció la división entre quienes se lamentan por la irreparabl­e situación -registrada en fotos y videosy los que casi festejan el "uno menos".

Detrás de ese delicado e interminab­le debate -que abarca aspectos sociales, educativos, culturales y hasta jurídicos- existe una realidad menos dolorosa pero también preocupant­e, y de la que no escapa casi ninguna ciudad mediana o grande en tiempos de crisis: el creciente robo de cables para vender la materia prima, que tiene un costo ascendente.

Bahía no es la excepción. Por el contrario, tiene el agravante del terrible temporal del pasado 16 de diciembre.

Desde esa fecha, a partir del desmembram­iento de las redes de servicios por caídas de postes, aumentó notablemen­te este tipo de delitos.

Y hoy, a dos meses, las cifras no bajan.

La Policía, con coordinaci­ón de la Agencia de Seguridad municipal, dispuso profundiza­r operativos en chatarrerí­as y locales afines, con el objetivo de minimizar la reducción del cobre y aluminio sustraídos, que tienen precios que -como casi todo- se triplicaro­n.

El lunes pasado, más de 10 barrios quedaron sin energía por esta acción. Y poco antes ABSA sufrió la sustracció­n de cables de una planta de bombeo en el Parque Independen­cia y el hecho dejó sin agua a sectores altos de la ciudad.

El perjuicio tiene multiplici­dad de caras. Incluso la fuerza de seguridad, que debe desviar su objetivo prioritari­o para atender este tipo de operatoria­s.

Entre diciembre y la fecha, los uniformado­s realizaron 12 inspeccion­es en comercios de venta de metales no ferrosos, con el objetivo de recuperar material, identifica­r a reducidore­s y clausurar locales.

De esa manera buscan cortar un circuito que parece aceitado.

El 14 de enero, Pablo Velázquez (30) falleció en Villa Talleres cuando robaba cables y sufrió una descarga.

Controles y patrullaje­s

Hubo 3 baterías de operativos desde el temporal: una fue el 21 de diciembre, cuando detectaron faltas a la ley 13.564 en comercios de 17 de Mayo 1800, Cabo Farina 400, Charlone 2400, Sisco 3100, avenida Colón 2300 y Marcos Mora 61.

En los locales de Cabo Farina y Charlone secuestrar­on rollos de cables sanos y quemados, que motivaron el inicio de una causa.

El 18 de enero se produjeron nuevos procedimie­ntos, con la clausura de negocios en Independen­cia 3500 y 4000, nuevamente en Marcos Mora 61 y en Líbano al 1200, donde secuestrar­on 3.500 kilos de cable trenzado de aluminio y subterráne­o, reconocido­s por EDES como de su propiedad.

El miércoles pasado, en tanto, la Policía concurrió a Sisco 3100 y a Brasil 1100 y clausuró los negocios por falta de habilitaci­ón y del libro de registro.

"Desde diciembre, además, se realizaron 8 procedimie­ntos con aprehendid­os y secuestros de herramient­as y/o tramos de cables. Pusimos a 13 personas a disposició­n de la Justicia, entre ellos dos menores", confirmó el comisario mayor Gonzalo Sandobal, jefe de la Departamen­tal.

Según Sandobal, la caída de postes por el temporal "le dio facilidad a la gente del malvivir" para cometer este tipo de delitos "y por eso se incrementó".

La autoridad confirmó que reforzarán las inspeccion­es comerciale­s y también anunció que incre

mentarán los patrullaje­s "donde están las torres de alta tensión".

"Hay muchas chatarrerí­as, especialme­nte en la periferia. Y sabemos que el cobre y el aluminio tienen valor de reventa", dijo.

"Nos preocupa no solo por el perjuicio a la empresa sino por lo que le genera a la gente. Por ese motivo vamos a intensific­ar patrullaje­s, que se harán por fuera del control de rutina".

Qué dice la ley

La ley provincial 13.564, apuntaba en sus fundamento­s a "una nueva modalidad delictiva" como el robo de cables, que "se ha visto incrementa­da a partir de 2002", luego de la crisis de finales de 2001.

La normativa obliga a los negocios de materiales no ferrosos a "llevar un libro foliado y rubricado por el titular de la comisaría de la jurisdicci­ón".

Quienes no cumplan "serán clausurado­s en forma inmediata", se agrega en la ley.

 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ?? DESDE EL temporal a la fecha se clausuraro­n 12 locales que comerciali­zan metales no ferrosos, por falta de habilitaci­ón y de libro de registro.
ARCHIVO LA NUEVA. DESDE EL temporal a la fecha se clausuraro­n 12 locales que comerciali­zan metales no ferrosos, por falta de habilitaci­ón y de libro de registro.
 ?? ?? EL DELITO genera múltiples perjuicios, no solo a la empresa prestatari­a sino a los vecinos.
EL DELITO genera múltiples perjuicios, no solo a la empresa prestatari­a sino a los vecinos.
 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ?? ASEGURAN QUE en los últimos meses se triplicó el valor de materiales como cobre y aluminio, que se reducen para la venta.
ARCHIVO LA NUEVA. ASEGURAN QUE en los últimos meses se triplicó el valor de materiales como cobre y aluminio, que se reducen para la venta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina