Paritarias: Petroleros acordó con el sector que le faltaba
Logró un aumento salarial del 50% para los trabajadores de plantas productoras de biocombustibles.
Mientras aguarda la última ronda de negociaciones para cerrar la paritaria 2023-2024, la Federación Argentina de Sindicatos Petroleros (FASiPeGyBio) celebró el aumento de haberes en el orden del 50% para los trabajadores de la rama Biocombustible para enero.
Ese sector era el único que restaba, luego de firmarse las adecuaciones para los yacimientos y las refinerías.
“Las subas se calcularán sobre los salarios básicos de marzo de 2023, sobre una base salarial incrementada en un 24% retroactivo no acumulativo”, explicó Gabriel Matarazzo, secretario general del sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible de nuestra ciudad y también secretario de Hacienda de la Federación.
En tanto, el incremento “tendrá carácter no remunerativo y se abonará con los haberes de enero, pasando a remunerativo en abril próximo”, subrayó.
Este convenio alcanza a los trabajadores de las empresas BioBahía, Biobin,
Biobal Energy, Refinar Bio, Biocorba, BioRamallo y Bojagro.
“Son más de 600 trabajadores en la provincia de Buenos Aires y alrededor de 60 en nuestra ciudad”, señaló el gremialista bahiense.
Para esta rama, la conducción sindical acordó que la negociación salarial se retomará el próximo 8 de marzo, a los fines de analizar las variaciones económicas, propias de la actividad de estas empresas.
Los otros aumentos
La Federación también concretó hace unas semanas atrás acuerdos para los trabajadores que se desempeñan en la rama Refinería, Depósito y Almacenaje, y en la de Yacimientos.
En el caso de los primeros, los trabajadores locales de la Refinería Elicabe y también los que desarrollan tareas en la planta de Axión, en Puerto Galván, y en la compañía Oiltanking, en Puerto Rosales, recibieron con los salarios de febrero un incremento del 55%.
Este aumento se aplicó para la rama de refinería, depósito y almacenaje, alcanzando el 148,1% acumulado en el período de nueve meses (de mayo del 2023 a enero del 2024).
Para Yacimientos, en continuidad de la negociación permanente de la paritaria 2023/2024 con las cámaras CEPH y CEOPE, lograron un incremento del 47,6% y ya superan el 183% de aumento en los últimos 10 meses.
El gremio que tiene sede en nuestra ciudad cuenta con alrededor de 400 afiliados que se desempeñan en la rama Yacimientos, la gran mayoría radicados en Colonia 25 de Mayo, en el oeste de la provincia de La Pampa.
Queda una revisión en las próximas semanas para cerrar la paritaria anual 2023-2024. Cabe recordar que la paritaria 2024-2025 se abrirá en abril.
“Es un momento complicado, prácticamente estamos discutiendo paritarias cada 15 días. El objetivo siempre es no perder poder adquisitivo. Pero estamos discutiendo cifras alocadas, pero porque el país está alocado. Ansiamos que en el algún momento se normalice”, opinó Matarazzo.
La historia del movimiento sindical, desde sus inicios durante la revolución industrial, ha cimentado el principio de la "unidad de clase", un fundamento ideológico que se entrelaza con el concepto de "internacionalismo".
Este enfoque busca contrarrestar la tendencia inherente al capitalismo de buscar ganancias desmedidas, aprovechándose de su posición de poder para explotar a los trabajadores, sin verse limitado por las fronteras nacionales.
Frente al capitalismo global, la respuesta se materializa a través de la unidad y el internacionalismo.
A pesar de la convicción sobre la certeza de las afirmaciones vertidas en el párrafo precedente, sin dudas esta narrativa no se alinea con el lenguaje de moda en plataformas como Instagram o TikTok. Términos como lucha de clase, sindicalismo y explotación pueden no generar interacción, a pesar de su relevancia histórica.
En contraste, se observa que muchos jóvenes de la Generación Z se identifican con un anarco-capitalismo posmoderno, influidos por la frustración y la recesión económica.
Este enfoque combina dos perspectivas ideológicas decimonónicas, antes relegadas del discurso mediático, y, de hecho, contradictorias entre sí.
El péndulo constante de la política latinoamericana nos coloca en la era de gobiernos de extrema derecha, caracterizados por el desprecio hacia el Estado, el negacionismo exacerbado, el individualismo como premisa fundamental y una baja valoración de la democracia, los derechos humanos, el republicanismo y el estado de derecho.
Figuras como Milei y Bolsonaro representan esta
Es imperativo superar rápidamente las diferencias temporales existentes y establecer una hoja de ruta clara.
concepción política en el sur, pero al cruzar el Río Bravo está Trump, los retrógrados conservadores del Tea Party y sus seguidores que, en caso de ganar las elecciones de este año, podría fortalecer a sus aliados del Sur y, sin duda, potenciar el riesgo de llevar al planeta hacia un colapso sin precedentes.
Para abordar este desafío es imperativo, ante todo, forjar la unidad entre aquellos que, desde diversas perspectivas ideológicas, se oponen a la influencia de la extrema derecha.
A partir de esta cohesión, se debe construir un programa común y diseñar una estrategia que pueda comunicarse de manera clara y transformadora a los sectores populares. El objetivo es consolidarse como una alternativa viable para un cambio democrático, desarrollando un gobierno capaz de modificar tanto el modelo económico como el social. Este cambio debe tener la capacidad de revertir el prolongado ciclo de desigualdad y empobrecimiento que ha marcado la realidad en toda la región.
El sindicalismo en las
Américas, representado por la Confederación Sindical de las Américas (CSA), ha delineado con precisión su papel sociopolítico, democrático y de clase desde la adopción de la Plataforma Laboral de las Américas. Esta plataforma propone una concepción que parte de la convicción de que el desarrollo no puede equipararse al mero crecimiento económico, no es viable bajo los mismos patrones adoptados por los países del Norte y carece de posibilidad dentro del marco del capitalismo financiero hegemónico.
Entonces, surge como prioritaria la construcción de articulaciones y alianzas con diversos movimientos y organizaciones sociales, que abarcan desde sindicatos y estudiantes hasta grupos campesinos, feministas, indígenas, afrodescendientes, ecologistas, economía social e informal, entre otros.
El objetivo es unir fuerzas basándose en denominadores comunes que puedan ser adoptados como prioritarios por el conjunto. A través de esta colaboración colectiva, se busca emprender primero un proceso de resistencia, al mismo tiempo que se crean las condiciones para defender la democracia y construir una alternativa política sólida.
La «Jornada Latinoamericana y Caribeña de los Pueblos» se llevará a cabo los días 22 y 23 de este mes en el Centro de Convenciones de Foz de Iguazú, Brasil, cerca de la «triple frontera» con Argentina y Paraguay.
El 22/2 abordará el avance de la extrema derecha y las amenazas a la democracia; la crisis del capital, el neoliberalismo y la ofensiva sobre los bienes comunes de los pueblos. El 23/2 se centrará en temas como democracia, soberanía e integración; derechos para unir a nuestros pueblos; trabajo digno, productivo y reproductivo como centro del desarrollo.