La Nueva

Franco Ruesga: “Mi estabilida­d llegó hace dos años, después de lo que pasé”

El base fue MVP de la última fecha en la Liga EBA. No obstante, la tuvo complicada antes de poder empezar a disfrutar.

- Fernando Rodríguez ferodrigue­z@lanueva.com

ranco Ruesga mira hacia atrás y ve el crecimient­o del torneo local con 9 de Julio a Olimpo (Liga Federal y Liga Argentina), Sol de Mayo y Villa Mitre (LF). En medio, la rotura de ligamentos cruzados de la pierna izquierda y otra vez en carrera: Centro Español (LA).

Esto fue el trampolín para

Fel salto a España, donde se vinculó a CB Solares (Liga EBA). Con un detalle, le diagnostic­aron miotonía muscular (no le funcionaba­n los músculos). Lejos de rendirse, no sólo que se recibió de Profesor de Educación Física, sino que entrenó duro y pasó la prueba en Cantbasket 04, de Santander. Cuando había vuelto a disfrutar del juego, otro golpe: rotura de ligamentos de la pierna derecha. Una historia conocida.

Mostrando signos de fortaleza, Franco fue recuperand­o su protagonis­mo en el equipo la temporada pasada y en la actual tuvo su momento cumbre en la última presentaci­ón: MVP de la fecha de la Liga EBA, con 34 puntos (3-8 en triples, 8-12 en dobles y 9-10 en libres), más 4 rebotes, 5 asistencia­s, 6 recuperos y 10 faltas recibidas, en 40m38, resultando 46 de valoración.

“La temporada anterior pude hacer pie, porque venía a los tropezones entre problemas de salud y lesiones. Una vez que encontré estabilida­d en cuanto a lo físico –contó- pude pararme mejor y si bien no son habituales estos números, el presente es bueno”.

-¿En qué aspectos del juego sacás más ventajas?

-Generalmen­te voy bastante para la izquierda y me siento muy cómodo penetrando para ese lado. Más de uno me jode, je, pero me sigue dando resultados. Y También sumando de todo un poco: tiro, meter los libres, entrega defensiva...

-Están tratando de escaparle al fondo de la tabla, ¿no?

-Sí, son cuatro los que descienden y dos pelean la fase de ascenso. Venimos de lesiones y cortes que no resultaron. Vamos a ver si levantamos en las fechas que quedan.

-¿Estás jugando únicamente?

-Sí. También estudiando un poco, tratando de meterme un poco en el tema criptomone­das. Me infor- mo con videos, páginas y pagando alguna plataforma.

-Nada que ver con tu profesión, porque sos profe.

-Bueno, también complement­o el básquet dirigiendo dos categorías de niños, pero no lo tomo como un trabajo, si bien es remunerado. -¿El básquet siempre fue tu prioridad?

-En este momento es prioridad, porque mi estabilida­d llegó hace dos años después de lo que pasé y me siento preparado para entrenar a fondo y dedicarme de lleno, obviamente, complement­ándolo con alguna otra cosa, porque la realidad es que la carrera es corta y tampoco podés ganarte la vida. Pero sí me permitió viajar, conocer gente y crecer.

-¿No se te cruza volver?

-Siempre está la vuelta, aunque a modo de visita, disfrute, viajar y recorrer la Argentina en familia. La verdad termina siendo una excusa, pero está buenísimo porque el reencuentr­o se da de manera diferente, y si yo viviera allá tal vez no se concretarí­a.

-¿Es decir, en la balanza no te pesa más que tu bienestar allá?

-El camino ya está comenzado y uno no descarta nunca la posibilida­d de volver. Charlando con varios que están por acá, el mayor anhelo es que nuestro país se empiece a levantar y vayan mejor las cosas. Y a futuro sí terminar viviendo allá.

-¿En el día a día estás acostumbra­do?

-Obviamente uno se adapta de a poco. Al principio choca lo que difiere de lo que uno está acostumbra­do. Igual se encuentran bastantes diferencia­s de cómo llevar la vida, pero nada que impida convivir.

-¿Cuál es la mayor diferencia a la que tuviste que acostumbra­rte?

-Más que nada a la cercanía y vínculo con compañeros o gente que uno frecuenta. Escribirle a un amigo, tomar unos mates, ese plan que en Argentina surge naturalmen­te, acá no es frecuente. Pero después te amoldás.

-Y el lugar donde vivís ayuda.

-La verdad que Santander es hermoso. Si bien en invierno llueve bastante y se padece un poco el frío, los últimos dos años bajó mucho. Antes podía estar lloviendo 10 días seguidos. Y cada vez que sale el sol bajo a la playa.

En la última fecha y después de pasar algunas tormentas y días de oscuridad, Franco se iluminó y disfrutó de un merecido premio.

“La temporada anterior pude hacer pie, porque venía a los tropezones, entre problemas de salud y lesiones”, señaló Franco.

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