Narcolanchas y precariedad social y policial, el cóctel perfecto del narco en España
En Andalucía, el tráfico de drogas goza incluso de aceptación en ciertos sectores de la población, que lo ven como una salida a su endeble situación económica.
En febrero, dos agentes de policía murieron en España embestidos por una “narcolancha”, una embarcación de alta velocidad utilizada por traficantes de droga para hacer llegar sus mercancías a tierra eludiendo a las autoridades.
El trágico episodio, acompañado de imágenes en las redes sociales en las que se oye a jóvenes vitorear a los narcotraficantes e insultar a los agentes, pone de relieve un problema que se repite a diario en la región de Andalucía
¿Cuándo el narcotráfico empezó a ser un problema de Estado en España? Nacho Carretero, periodista y autor de “Fariña”, se refirió al tema. “El narcotráfico en España es heredero del contrabando en zonas fronterizas en la época de posguerra de la guerra civil española. Hablamos de los años 30 y 40. El contrabando era una actividad muy frecuente, bien vista por la sociedad”.
Carretero explica como ese contrabando inicial terminó convirtiéndose en narcotráfico a gran escala: “Eso ha ido creciendo. Los clanes se han hecho más poderosos y más grandes, también más violentos, hasta encontrarnos un panorama como el que tenemos hoy en día”.
“La droga que llega a España es, sobre todo, cocaína. En este caso proviene de Latinoamérica, se produce y se cultiva en Colombia, pero se exporta cada vez más desde Ecuador, Brasil y Centroamérica y entra sobre todo a través de Galicia y de Andalucía”.
A la tragedia en sí, atacar a dos agentes de la autoridad y asesinarlos, se suma que había mucha gente en el puerto gritando y animando, insultando a los agentes asesinados.
“A la tragedia en sí, de atacar a dos agentes de la autoridad y asesinarlos, se suma que había mucha gente en el puerto gritando y animando, insultando a los agentes asesinados”, reveló Nacho Carretero, poniendo de manifiesto la aceptación del narcotráfico en la zona.
La narcocultura está cada vez más presente debido a los niveles de desempleo. “El narcotráfico se percibe como una actividad lícita, una salida necesaria para trabajar porque no hay posibilidades, con un tejido productivo muy deprimido y con unas tasas de desempleo muy elevadas”, añadió.
Precariedad
La precariedad en los cuerpos policiales y la corrupción de las instituciones no ayuda en la lucha contra este mal. A pesar de eso, las cifras de incautación asustan: solo en 2023, las autoridades españolas requisaron más de 308 toneladas de droga, un 10% más que en los últimos años.
“Faltan agentes, faltan medios y faltan mejores salarios. Además, la Justicia en España está colapsada. Los juzgados se hacen cargo de macroprocesos de narcotráfico sin tener los medios para sacarlos adelante y los abogados especializados, los llamados 'narcoabogados', se aprovechan de esto para desbaratar un montón de operaciones de la policía”, concluyó el periodista.
El Servicio de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria, tiene actualmente averiadas la mitad de todas las patrulleras que tiene destinadas en Andalucía para luchar contra el tráfico de drogas y otro tipo de operaciones.
Del total de esas embarcaciones que tienen su base en distintos puertos andaluces, concretamente la mitad, siete, está en el dique seco, según datos facilitados por el Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria. En Málaga, por ejemplo, no hay ninguna embarcación operativa.
Vigilancia Aduanera es una de las tres piezas principales de la lucha contra el tráfico de drogas, junto a la Guardia Civil y la Policía Nacional. La necesidad de contar con recursos materiales suficientes se ha demostrado indispensable tras el asesinato de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz), cuando la pequeña zódiac en la que iban fue arrollada por un potente narcolancha.
Las seis embarcaciones que la Guardia Civil tiene desplegadas en Cádiz están estropeadas, y los agentes fallecidos tuvieron que meterse al mar en una nave que no cumplía las condiciones para enfrentarse a la que manejaban los narcotraficantes.
El estrecho de Gibraltar, Galicia, Valencia... Las rutas de la droga se multiplican en España ante la desesperación de un cuerpo policial que, tras perder a dos compañeros, piden al Gobierno más medios y la ayuda de la Armada para combatir al narco.