La aguja de la catedral de Notre Dame vuelve a ser visible
Tras el desmontaje de los andamios en la zona alta del emblema de la arquitectura gótica medieval.
La icónica aguja de la catedral de Notre Dame de París volvió a ser visible tras el desmontaje de los andamios en la zona alta del emblema de la arquitectura gótica medieval, gracias al avance de los tra- bajos de reconstrucción luego de casi cinco años del voraz incendio que destruyó parcialmente al edificio.
El presidente Emmanuel Macron compartió en redes sociales dos imágenes que muestran la fachada central antes y después del retiro de los andamios, para proclamar el “orgullo francés”, y destacó que la aguja “se levanta de nuevo hacia el cielo”.
El descubrimiento de la aguja es un simbólico hito dentro de los trabajos de reconstrucción que aún no están concluidos.
El 15 de abril de 2019 el incendio que destruyó casi por completo el techo de la catedral hizo que se derrumbara la icónica aguja del edificio de Nuestra Señora, situado en la pequeña isla de Cité y rodeado por las aguas del río Sena.
La aguja fue reconstruida de manera idéntica a la que se diseñó en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-Le-Duc, después de que la anterior estructura se derrumbase.
La reapertura de la catedral está prevista para el próximo 8 de diciembre, con una ceremonia para la que Macron invitó al Papa Francisco.
La catedral de Notre Dame no estará por tanto abierta durante los Juegos Olímpicos.
Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París, que se erige como uno de los edificios más antiguos del estilo gótico de los que se tenga registro en la historia.
Su construcción -que comenzó en el año 1163 y terminó en el año 1345- está dedicada a María, madre de Jesucristo, por lo que se convirtió en uno de los monumentos más populares de la capital francesa, obra clave del gótico y testigo de algunos de los hitos más trascendentes de la historia de ese país.
La reapertura de la catedral está prevista para el próximo 8 de diciembre. Para la ceremonia se invitó al papa Francisco.