En poco más de tres meses, una decena de funcionarios fue echado o renunció
En el llamativo listado, cada vez más abultado, figuran Ferraro, Giordano, Royón, Yasin, Guinert y García de Luca.
Agencia NA
La hemorragia de funcionarios del Gobierno de Javier Milei no se detiene casi desde el mismo inicio de su gestión y, en lo que va de marzo, sigue sumando “víctimas” políticas.
A la resonante salida del secretario de Trabajo, Omar Yasin -a quien señalaron como chivo expiatorio de la polémica por los aumentos de sueldo del presidente y los funcionarios de más alto rango, incluyendo los ministros- se sumó en los últimos días la renuncia del secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert, un hombre muy cercano a Posse, a quien también se le atribuyó el error con los incrementos en las dietas de funcionarios del Gabinete.
Otra reciente dimisión que generó ruido fue la del jefe de la Casa Militar, el coronel Alejandro Guglielmi, quien había atravesado ese cargo con éxito durante las administraciones de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Con Milei había entablado un vínculo correcto al inicio de la gestión, pero algo se quebró y Guglielmi fue reemplazado por Sebastián Ignacio Ibañez.
También salió del equipo de Gobierno el director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, por supuestas presiones que recibió de Cancillería.
El 27 de febrero pasado, Sebastián García de Luca, quien trabajaba junto a Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad como enlace con las provincias, presentó su renuncia en desacuerdo con la orden del presidente Javier Milei de hacer escalar el conflicto con los gobernadores por el reparto de fondos.
El día anterior a esa dimisión se había producido otra salida del Gabinete: el subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Daniel Mariano Ibáñez, presentó su renuncia apenas 20 días después de haber asumido.
En la misiva que dirigió al ministro de Economía, Luis Caputo, el funcionario saliente aseguró que la decisión se debió a "cuestiones de índole estrictamente personal".
Más atrás en el tiempo, el 9 de febrero, se supo que el Presidente les exigió la renuncia al titular de la Anses, Osvaldo Giordano, y a la secretaria de Minería, Flavia Royón, luego del fracaso en la aprobación de la Ley Ómnibus.
Giordano y Royón estaban en sus cargos por acuerdos del Gobierno con los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora, y de Salta, Gustavo Sáenz, pero Milei se enojó por cómo votaron diputados que supuestamente responden a ambos mandatarios provinciales.
Ya a fines de enero se había producido la primera salida de un ministro, el de Infraestructura, Guillermo Ferraro, al parecer por haber filtrado dos frases dichas por el Presidente en una reunión de Gabinete.
Su alejamiento del Gabinete tardó casi un mes en oficializarse hasta que quedó confirmado por decreto que la cartera iba a ser absorbida por Economía.
Para esa misma época, Ricardo Schlieper renunció al cargo de subsecretario de Deportes, debido a la llegada de Daniel Scioli a la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes. La decisión fue motivada para "darle la libertad de elegir su gente" al exgobernador bonaerense.
Y en los primeros días de enero, el joven libertario Iñaki Gutiérrez, quien manejaba la redes sociales de Milei, no fue desplazado de su cargo pero se vio recortado en sus funciones, ya que le retiraron el manejo de la cuenta oficial de X de la Casa Rosada luego de que retuitear por error una foto suya junto a su novia.
Otra reciente dimisión fue la del jefe de la Casa Militar, quien había desempeñado el cargo con Macri y Fernández.