De Sicilia a Bahía: inmigrantes que hacen honor a sus raíces en Trinacria
Arribaron de la mano de sus padres o abuelos y formaron sus propias familias en la ciudad. Su lugar de encuentro es la Sociedad de Socorros Mutuos, en calle Dorrego al 200.
Se juntan, conversan, se ríen y comparten sabrosas comidas. Pero lo más importante es que continúan, mediante una amistad forjada en el tiempo, sosteniendo viva sus raíces.
En su sede de calle Dorrego 264, los entusiastas italianos conforman la Sociedad Siciliana de Socorros Mutuos, más conocida como Trinacria, fundada el 5 de agosto de 1917.
El salón principal reviste gran parte de la historia de esta bella comunidad que se nutre de anécdotas recientes sin dejar de lado el pasado y aquellas que los marcaron desde su arribo a Bahía Blanca de la mano de sus padres y abuelos.
“Nací en Mazzarinno, provincia de Caltamisetta, y llegué a la Argentina a los 4 años, el 31 de diciembre de 1950. Arribamos con mi papá (Gaetano), mi mamá (Josefina) y una hermana de dos años (Mariana). Un tío, Roque, nos recibió en Bahía. Vivía en calle Casanova”, dijo Rocco Privitello –en nuestro país su nombre es Roque- quien hasta el año pasado fue presidente de Trinacria.
“En Bahía Blanca es el único apellido que hay. Mi padre pasó 8 años en la guerra y dos fue prisionero, siendo liberado en 1945. Como buen jefe de familia no sólo consiguió trabajo rápidamente cuando llegamos, sino que hizo todos los papeles en esa época donde el presidente era Juan D. Perón”, contó.
--¿Qué era para usted este nuevo mundo?
--Estaba todo mal. No entendía lo que me decían, ni me podía expresar con ellos. Era pequeño, muy rebelde y pendenciero (risas). Mi madre tuvo que asistir varias veces a la comisaría por mi forma de ser.
“Siento que mi carácter explosivo se debió a que me sacaron de mis raíces, el lugar donde soñaba vivir. El desarraigo de ese gran marco familiar alegre y contenedor me hacía reac- cionar así”, expuso Roque, quien un año y medio después comenzó a cursar en la Escuela N° 29, en calle D’Orbigny.
--¿Usted tomó las riendas de este lugar llamado Trinacria?
--Pasaron 30 años en los que ejercí como presidente. Esto era un bar donde nadie sabía el significado de la palabra Trinacria… Es nada más y nada menos que Sicilia. A este sitio me trajo un cónsul descendiente de sicilianos que pretendía que alguien retomara el legado. Gracias a Dios lo pude hacer, pero costó un montón.
“A este bar se venía a jugar a las cartas y a comer. También estaba la cancha de bochas. Todo eso se fue transformando y hoy es un sitio de cultura y reencuentros”, apuntó.
Roque acercó a gente de
Su primer presidente fue Eugenio Cavallaro, en tanto que el actual es Jorge Bonacorsi.
Son permanentes colaboradores Domingo Chillemi, Rocco Privitello, Calógera Giamusso, Rosa Aquilia, Claudio Pelaez Caruso, Horacio Mazzili, Néstor Torrisi, Roberto Caiola, Mario Minnitti, Ariel Bonotti, Andrés Gianberlluca y César Puliafito.