El malambo perfecto Una historia sencilla
Leila Guerriero
Anagrama La luz ilumina en el escenario al hombre solitario que espera los primeros golpes del bombo legüero. Comienza la música y él desata su danza que parece casi un combate: los pies firmes –envueltos en botas de cuero sin suela– golpean las tablas de madera con una velocidad imposible. Su nombre es Rodolfo González Alcántara y está ejecutando su mejor malambo, un baile tan intenso que logra detener el tiempo durante sus cuatro minutos de duración. Esta es la historia que la cronista Leila Guerriero decidió contar en su libro más reciente. La historia de un hombre común, que da todo por ser el ganador del Festival Nacional de Malambo: una competencia que se lleva a cabo desde 1966 en Laborde, un pueblo cordobés de seis mil habitantes. Con una habilidad especial, Guerriero se sumerge en los recovecos de ese micromundo para narrar hasta el último detalle que rodea al tradicional baile de los gauchos argentinos. Entre sus páginas, el lector comienza a comprender la magia del malambo, el porqué de la obsesión de tantos hombres –hijos de familias humildes– que dedican muchísimo tiempo y dinero para poder consagrarse en Laborde. Una victoria de la que muy poca gente es testigo, pero que para ellos significa la posibilidad de comenzar una
105• vida nueva. $ Ayelén Iñigo