¡Todos a bordo!
La cita es en la estación General Belgrano, en la ciudad de Salta, a 1.187 metros sobre el nivel del mar. La fanfarria de la policía local anuncia la salida del convoy. Son las 7 de la mañana y los rostros destemplados de los turistas lo atestiguan. Para colmo, en previsión de algún piedrazo, las persianas metálicas se mantienen bajas. Cuando se levantan veinte minutos después, Salta quedó en el recuerdo, el sol salió y las ventanillas devuelven el paisaje bucólico de los tabacales y el inicio oficial de la caravana. En cada uno de los ocho vagones